Durante la segunda semana de marzo tuvo lugar en la capital española uno de los eventos más asentados y esperados por gran parte de la cinefilia: la Muestra Syfy de Cine Fantástico de Madrid. Evento que se celebraba por cuarto año consecutivo en el Cine del Palacio de la Prensa, y por decimosexta vez en total. Era el octavo año en el que asistía, y en esta ocasión los hados me sonrieron y sí fui acreditado. De modo que, en compañía de buenos amigos, me dispuse a disfrutar de cuatro días de cine fantástico y de terror fuera de las corrientes populares. Y más allá de sus puntos bajos, que los tuvo, pudimos saborear la que fue una de las mejores muestras de los últimos cinco años. Faltó más cine asiático de calidad, pero se incluyeron en la selección propuestas de variedad tonal y no sólo películas para el agrado del público Syfy, sino también películas que les exigían paciencia. Distintas naciones, distintas inquietudes, mismas pulsiones: el narrar con la imagen. A continuación, dedicaré unas pocos líneas a hablar de las distintas películas visionadas en este uno de mis momentos favoritos del año.
DÍA 1: JUEVES 7 DE MARZO
El jueves comenzaron los cuatro días de maratones de cine de género, por segundo año consecutivo con el 8M y las manifestaciones por los derechos de la mujer en el horizonte cercano y, como ya es costumbre consolidada, con la elección de un taquillazo de gran productora que se estrenaba al día siguiente como preestreno de apertura de la muestra. En esta ocasión era el turno de Capitana Marvel, película de Anna Boden y Ryan Fleck que es la entrega número 21 del Universo Cinematográfico de Marvel, la inmediatamente anterior a Vengadores: Endgame y la primera protagonizada enteramente por una mujer. En los años 90, Carol Danvers es una piloto que pierde la memoria tras adquirir sus poderes, pasando los siguientes años de su vida entrenada para el combate por la Armada Kree en su guerra intergaláctica contra los Skrull. Pero cuando el conflicto la lleve de vuelta a la Tierra, descubrirá de dónde viene y descubrirá las verdaderas intenciones de ambos bandos del conflicto. Una película amena y divertida, un adecuada pasatiempo para abrir la Muestra. Una película completamente olvidable, sí, pero sobre la que se ha descargado más odio del que merece. El Nick Furia de Samuel L. Jackson da mucho picante a la película, rejuvenecido digitalmente con mucho tino, y el gato es un estupendo alivio cómico. La cosmología del personaje es atractiva, así como se agradecen los giros argumentales con los villanos. El guión, cierto es, se encamina por meandros tortuosos, el personaje protagonista de Brie Larson es romo y pobre y su arco emocional nos deja extremadamente indiferentes. Pero considerando lo que suelen dar de si las aperturas, aceptable. 5,6/10
DÍA 2: VIERNES 8 DE MARZO
El viernes comenzó la jornada a las tempranas 15:00 con una de sus películas más divisorias entre el público y la que para un servidor es, sin duda alguna la segunda mejor película que pudimos disfrutar durante estos días: el giallo satírico In fabric, nueva película del siempre atractivo Peter Strickland que pude disfrutar en la Sección Oficial del último Festival de San Sebastián. Ácida, hiper estilizada y muy divertida parodia grotesca de la sociedad de consumo y la cultura empresarial londinense sobre la cual no me repetiré en tanto ya hablé de ella en San Sebastián, pero insto a mis lectores a que hagan por verla cuando les sea posible, siempre que les guste el cine de su director y los giallos. 7,1/10
A las 17:30 disfrutamos de una de las películas venidas de Sitges y una de las más llamativas por premisa. Esta era la estadounidense Elizabeth Harvest, película de Sebastián Gutiérrez con una hermosa Abbey Lee a la que ya vimos en El demonio de Neón y que nos ofrece una nueva versión del clásico cuento de Barba Azul. Probablemente la experiencia más soporífera de toda la semana. La historia de una hermosa y joven muchacha que contrae casamiento con un maduro y acaudalado burgués, a cuya hermosa casa en el campo se muda. Todos los terrenos y propiedades que allí se hallan son suyos, menos una habitación a la que su marido le prohibe la entrada. Cuando desoiga sus consejos se desencadenará una serie de tensiones e infortunios. Una película elegante, a la que hay que reconocerle estilo en su puesta en escena. Durante los primeros minutos resulta inquietante. Pero pronto ya no hay nada más que ofrecer, y los minutos de su metraje pesan como losas. Vemos ante nuestros ojos un cadáver, una bagatela gélida, una porcelana lánguida. Película sin alma, sin energía, sin voz, con escasa sustancia. Los intérpretes deambulan inexpresivos, su verborrea no nos engaña ni interesa. Ni siquiera su tratado con la identidad y sus dobleces dan para casi nada, en un claro caso de vacuidad pretencioso y estilo sobre sustancia. De lo peor de la semana. 4,4/10
A las 19:30 comenzó una de las películas más esperadas de la Muestra, y también una de las grandes obras del día y de la semana: la cinta de ciencia-ficción Upgrade, película del padre de las franquicias de terror de su amigo James Wan Leigh Whannell que lleva tiempo incluida en la programación de Netflix fuera de nuestras fronteras, lo cual no deja de ser una pequeña lástima pues esta película, si bien llegara así a mucha más gente, bien merece oportunidades en la gran pantalla. Grey (Logan Marshall-Green) vive feliz con su amada esposa en un futuro cercano de avanzados sistemas operativos e implantes cibernéticos. Tras una desgarradora tragedia, la tecnología le permitirá recuperar sus habilidades físicas y transformarse en una devastadora fuerza de la naturaleza. Una disertación más sobre la relación hombre-máquina, la cada vez más fina línea entre ambas y las posibles consecuencias de esa fusión total en los próximos años. Distopía que se siente más plausible que nunca. Una evolución malévola, en los códigos de la acción, de esa entidad incontrolable y falso aliado que fue HAL 9000. Una muy estimable película de ciencia-ficción, recomendable, harto mejor de lo que aparenta y francamente bien dirigida. Destacan las creativas y bien coreografiadas escenas de acción, que permiten lucirse en ese registro a un Marshall-Green que está estupendo. Para el bajo presupuesto del filme, luce espectacular en dirección artística y en el departamento de Efectos Especiales. Entretenimiento que deja material para reflexionar. El conjunto es decepcionante, pues nos hallamos ante una mezcla de una película estupenda con otra muy burda que aflora de tanto en cuando. El resto de intérpretes hacen un trabajo lamentable, y los desvíos del guión lo van arruinando. Hasta cierto punto, que el último de sus varios giros torna incoherente lo establecido previamente. Con todo, una de las películas más disfrutables del evento. 6,7/10
Y a las 22:00, con un cambio de última hora en la programación, se produjo la única desdoblación de la semana. En la sala 3 se mantuvo la proyección de la película que estaba planeada, la probablemente infecta comedia de terror española El año de la plaga, que vino a presentar parte de su equipo. Pero en la Sala 1 y 2 se optó por proyectar una de las experiencias cinéfilas más hilarantes que he vivido en mucho tiempo. Nada más y nada menos que Gintama, versión en chusca imagen real de un anime homónimo dirigida por Yûichi Fukuda. Como aperitivo se proyectó Cerdita, ganador del Goya a Mejor Cortometraje de Ficción. Un corto con personalidad, curioso argumento y estilo, pero apenas una curiosidad muy mal interpretada y exagerada a la que estos reconocimientos le vienen grandes. 6,0/10. Pero hablemos de Gintama. Los alienígenas se han hecho con el poder del Tokio feudal en un universo paralelo. Japón es ahora una sociedad llena de criaturas y seres de todo tipo, con diversas habilidades y tecnologías. En este contexto, un joven samurái se busca un oficio, en aventuras en las que se juntará con otros espadachines y animales fantásticos como el pollo gigante Elizabeth. Una absoluta insensatez desenfrenada que quizás satisfaga a los seguidores de la serie original y que hará desternillarse al resto de espectadores. Un no parar de chanantismos, delirios, escenas de acción, subtramas incomprensibles y excesos narrativos de acción y comedia sin concepto alguno de la mesura. Un festival de disfraces, pelucas, trajes de animales y efectos especiales de dudoso gusto. Una épica de cosplay, homenaje al fan y fantasía japonesa inconcebible desde un prisma occidental. Siendo honestos, es una película infame, extremadamente larga (se va a las absurdas dos horas y media, un calvario en sus batallas finales) y críptica. Pero es tan desenfadada, hortera y excesiva que es imposible no disfrutarla como un chiquillo. Una carcajada continua, y una absoluta sorpresa. 5,4/10
Y a las 00:30, primera de las dos sesiones de madrugada a las que asistiríamos, se proyectó la película más golfa de la Muestra. Fue la nueva entrega de una saga longeva: Puppet Master: The littlest reich, cinta de terror de Sonny Laguna y Tommy Wiklund con guión de nuestro querido Zahler. 30 años después de una serie de truculentos asesinatos, Edgar y unos amigos se reúnen en una convención en la mansión de un antiguo coronel nazi, cuya influencia en un amplio grupo de muñecos esparcidos por la zona está vigente aún hoy. Una película de terror de muñequitos nazis diabólicas, afortunadamente ligera y bastante divertida. Brilla, como no, el guión de Zahler, que da a sus personajes líneas de diálogo muy jugosas. Mucha violencia explícita planteada de la manera más guasona para disfrute del amante del terror desenfadado. Obviamente, más allá de esto el filme no tiene nada que ofrecer, por supuesto ni en puesta en escena ni en interpretaciones de sus toscos personajes. Una película eminentemente chusca, pero que no pretende ser nada más que lo que es. Plenamente gratificante como sesión de esparcimiento nocturno. 4,7/10
DÍA 3 : SÁBADO 9 DE MARZO
El sábado se proyectó por la mañana para solazamiento de los chiquillos una película que ya es todo un clásico de fantasía de los 90: la Familia Addams de Barry Sonenfeld. Y a las 15:30 de la tarde, ya con un servidor sentado en las butacas, llegó el momento de presenciar la que fue la proyección más caldeada de la semana. La española Compulsión, de Ángel Luis González Martínez. Esther y Robert son una feliz y apuesta pareja. Pero cuando Esther descubra los indicios de una prolongada e inquietante felicidad por parte de él, abrirá el tarro de las esencias de la confrontación, encierro y secretos tenebrosos. Un clásico relato de depredador sexual, con apuesto psicópata que hechiza a sus víctimas femeninas. Ambientado en Madrid, enseñándonos muchas de sus carreteras y una casa en la sierra. Estas son las únicas virtudes de una película que intuimos que estuvo en el Syfy por el amiguismo y las buenas relaciones del realizador o productora con los organizadores, pues no hay otra explicación posible. La ineptitud del filme es tan clamorosa que resulta inofensivo. Es tal su incapacidad de componer un encuadre, lograr algún ritmo con el montaje o describir cualquier cosa que se asemeje a un personaje que despierta más ternura que rabia. La mayoría de los planos no están ni a foco, lo que en un evento como la Muestra Syfy es motivo de gran cachondeo. Un filme lamentable desde cualquier perspectiva. 1,2/10
A las 17:00 se proyectó una película muy agradecida dentro de la programación en tanto una de las pocas propuestas de ciencia ficción que se programaron durante el fin de semana: Prospect, de Christopher Caldwell y Zeek Earl. Una de las películas que menos molestó o increpó al ruidoso y despiadado público, pero a su vez una de las más insípidas. Una aventura de terra-formadores y colonos espaciales, una niña extraviada en una luna sin su padre y una inesperada alianza con el personaje de Pedro Pascal en una selva tóxica en la que no están solos. Una película clásica de incursiones en nuevos planetas que gana mucho del carisma de Pascal, apoyo de la joven protagonista. Dediquemos una mención a su estupendo fotografía, que nos deleita con unos paisajes preciosos y da algo que saborear en una película que no da demasiadas alegrías. Pocas cosas están mal en la película, pero nada tiene demasiado interés. No nos implicamos con sus personajes, su historia resulta aburrida y el montaje carece de ritmo, sintiéndose mucho los ya de por sí escasos 90 minutos. Tan correcta y simpática como anodina, incapaz de destacar en nada. 5,4/10
No pude aguantar el entusiasmo para la película que nos llegaba a las 19:00. No sólo mi película más anticipada de la semana, sino también una de las que más deseaba ver de todo el año. No en vano, es la tercera película de uno de mis directores favoritos, cuyas dos obras previas fueron visionadas también en la Muestra Syfy. Hablo de Dragged across concrete, nueva obra de S. Craig Zahler. Un policía muy veterano y otro de mediana edad (Mel Gibson y Vince Vaughn) forman pareja de campo y llevan años trabajando juntos. Pero sus métodos para apresar e interrogar camellos y maleantes son reprobados por su jefe (Don Johnson) por la crudeza de estos, lejos de la aprobación que les demandan los medios de comunicación. Una vez suspendidos y tras años de frustración en los que no han podido dar soluciones óptimas a su precaria situación familiar y económica, deciden tomar partida y llevarse parte de un pastel de un gran atraco que implica a diversos factores y que se desarrolla de manera descontrolada. Un guiso cocido a fuego lento. Casi tres horas de la pausa, de la no elipsis. Filme mortecino en su fluir, que exige paciencia, una deconstrucción de autor más del cine grindhouse de los 70. Cine de la filosofía de lo trivial, del diálogo estirado de la anécdota y la sorna. Cine de personajes con puntuales estallidos de violencia y acción planificadas con excelencia. Y no lo olvidemos, un humor sagaz y estupendo en su sencillez. En esta ocasión, un ambicioso mosaico de personajes que se acerca a los atracos y los policías por vez primera para Zahler que sólo casa plenamente una vez concluyen las presentaciones de cada personajes y todos ellos se encuentran llegado casi el desenlace, a las dos horas. De nuevo brilla el guión y los diálogos, divertidos e ingeniosos, que nos brindan mucha información. Gran dirección de actores, que están todo estupendos (hablamos del que quizás sea el mejor papel de la carrera de Gibson). Y además hay una clara mejoría en departamentos técnicos, sorprendiendo la fotografía en momentos como el tiroteo final, con esa neblina cobriza. Filme que no nos implica emocionalmente tanto como Brawl in Cell Block 99, pero que es un escaño más en una trayectoria cinematográfica que huele a leyenda. Dediqué un vídeo al cine de Zahler en el que me explayé al respecto. Largometraje que dista de ser para todo el mundo, pero que no puedo recomendar lo suficiente. 8,1/10
Tras casi tres horas de gloria cinéfila, a las 22:00 se proyectaba una llegada más de Sitges, de los platos fuertes del certamen y de la película más oportuna a nivel argumental considerando las fechas en las que el evento se celebraba. Hablamos de la rebelde y protestataria Nación asesina, de Sam Levinson. Una de las películas que más convenció a la bancada, pero cuyo entusiasmo comparto con muchas reservas. Antes, como aperitivo, vimos el cortometraje El escarabajo al final de la calle. Una muestra del ya consabido humor patrio a la hora de poner en imágenes nuestro costumbrismo y mundo rural sazonado con toques de fantástico. Logrado de producción, pero nunca dilucida el tema ni pone el foco en un tono concreto. Corto curioso del que no sabemos que sacar en claro. 6,2/10. Acto seguido, la película. Un grupo de muchachas adolescentes se ven expuestas al escarnio, repudio y persecución pública en su comunidad cuando estas hagan pública en Internet información íntima de los ciudadanos, desatando una ola de violencia y odio irrefrenable. Un uso irresponsable del poder subestimado de los smartphones que desata una caza de brujas contemporáneas. Reflexión satírica de los peligros de los juicios sin pruebas en Internet, de la crueldad para demoler sin contexto ni contacto y de la facilidad de mover la opinión de los masas con el odio como pilar sustentada en la hipérbole, en la presentación de una realidad paralela exagerada que lleva esta confrontación de caracteres a la realidad más física, lacerante y bélica. Una manera, hasta cierto punto, potente de transmitir su mensaje. Todo ello a través de un poderoso lenguaje visual, de gran montaje, fotografía y recursos visuales. Un filme febril y rabioso, que produce emociones fuertes, atrapa, caldeó la sala y emocionó al respetable. Todo ello no es óbice de detectar una apuesta por el tremendismo efectista, el oportunismo (el feminismo de titular y tuit rebosa por cada minuto del metraje) y la banalización del discurso moral, simplificando algunas conductas y exagerando otras para que el mensaje quede prístino. Pero se nos traslada el discurso, no se transmite orgánicamente. Se juego todo a la baza del epatamiento y el exceso. Película que se cree más importante y madura de lo que es, y en última instancia es más una protesta hipster que cualquier otra cosa. 6,2/10
Y para cerrar un día en el que ya se empezaba a notar el cansancio, se eligió como proyección de madrugada una de las películas más aplaudidas en Sitges y, por ende, más esperadas aquí: la comedia nipona One cut of the dead, de Shin´ichirô Ueda. Mientras un grupo de jóvenes cineastas japoneses ruedan una película de zombies de bajo presupuesto en un edificio abandonado, estos son atacados por una oleada real de muertos vivientes. Una comedia que juega con los clichés y estereotipos del cine de muertos vivientes, y que basa su efectividad en el claro atractivo de su dispositivo narrativo. Plantea el filme un juego de metarelato, mostrando un programa de bajo presupuesto en toma única, la preparación de ese programa y la propia grabación del mismo. Este homenaje al proceso de grabación y a las dinámicas a un lado y otro de la lente son frescas. Es una gozada ver la toma única desde las dos perspectivas, primero como otro personaje atrapado en la diégesis y luego como miembro técnico del equipo forzado a improvisar y explicando alguno de los sucesos azarosos de la toma. Estupenda anécdota, sí, y muchas carcajadas. Pero el filme es sólo esto, una anécdota, un apunte simpático que bien se podría haber desarrollado en un cortometraje. Estirado tanto satura, más aún en la nocturnidad, y los personajes no inspiran más que patochismo. Una clara decepción. 5,7/10
DÍA 4: DOMINGO 10 DE MARZO
El domingo y último día se proyectó por la mañana otro pase infantil, en esta ocasión de la irrisoria cinta animada Dilili en París, cinta de Michel Ocelot con la que ya me despaché a gusto en mi cobertura de San Sebastián. Y ya a las 15:30 fue el turno de la ya clásica inclusión de una película de animación en las sesiones de tarde. La papeleta la resolvió este año la película de anime Quiero comerme tu páncreas, versión cinematográfica de la serie homónima dirigida por Shin´ichiro Ushijima que también ha tenido adaptación en imagen real. Un solitario y arisco estudiante va a dar de manera azarosa con la vitalista Sakura, muchacha que padece una feroz enfermedad pancreática. Durante los pocos meses de vida de ella se producirá entre estos dos jóvenes tan diferentes una inesperada pero intensa amistad. Engañoso título en español para una película que es un enésimo melodrama de anime, una película de animación japonesa de estudiantes con sentimientos a flor de piel. Las virtudes habituales de este género de cine son los que salvan esta película: cuidada animación, hermosa banda sonora y una innegable sensibilidad. Sensibilidad que incurre de lleno en el problema con el que muchas coquetean: la cursilería y el azúcar, tornándose el filme más blando y atorrante con la lágrima conforme avanza, mostrando de nuevo la incapacidad de los nipones para concretar sus metrajes en una narración tan competente como excesiva para la poca premisa de la que parte. 6,1/10
Desgraciadamente, por decisiones ajenas a mí me vi obligado a ausentarme de gran parte de las sesiones de la tarde por unas grabaciones laborales. Por ello no pude ver la interesante Diamantino, que espero recuperar en algún momento, y la intrascendente y farragosa Hell is where the home is. Pero no todo es infortunio, pues pude regresar al cine de la Prensa para la proyección de clausura. Pero antes, Itziar Castro y parte del equipo vinieron a presentar el cortometraje Flotando. Una película española técnicamente encomiable y divertida. Una lástima que tal despliegue de efectos visuales se haya invertido en lo que se reduce a un chiste, olvidable inmediatamente después. 5,6/10 Y como postre, el inesperado taquillazo de Sony Escape Room, película de Adam Robitel que confirmó pronto secuela. Seis desconocidos de distintas edades y perfiles sociales son invitados para participar en la lujosa experiencia de unos Escape Room muy prestigiosos. Combinando su astucia y trabajo en equipo deberán salir con pericia de cada nuevo escenario lleno de obstáculos para salir de allí con vida y el cuantioso premio. Típica película de franquicia de terror, que capitaliza en algún tema o atracción de moda, se rueda rápido y por poco dinero y genero inmensos beneficios en taquilla, pues despierta la curiosidad de la mayoría de los espectadores. Película breve, ligera y rauda que no da respiro en su sucesión de acertijos y momentos de tensión. La dirección artística y el trabajo de guión a la hora de diseñar las habitaciones son jugosas, y logran que sigamos el desarrollo atentos en todo momento. Por lo demás, es una película lamentable, puro cubo de alfalfa para espectadores ávidos de matar sus minutos. Personajes ridículos y odiosos, guión con agujeros, clichés a mansalva y nada que merezca la pena comentar en la realización. Tan funcional como diluida en el recuerdo a los pocos días. 4,3/10
Una perfecta excusa para disfrutar de cuatro días de buenas compañías, gran ambiente y descubrir en pantalla grande películas que en pocas ocasiones mas gozaran de este privilegio. Días con películas que no van a ningún lado por sí solas, pero que ganan enteros conjuntamente y en un ambiente de despiporre y festejo. Además, como es costumbre, había algún delicioso bistec entre la guarnición. Primer año, además, en el que realicé cobertura en vídeo, y espero que sea el primero de muchos acreditado. La espera para la XVII Muestra Syfy ya se está haciendo larga.
Analicé la muestra con la compañía del gran Jorge Fernández-Mayoralas en estos vídeos, décimo a décimo tercero de una extensa serie de Críticas sosegadas que llegará en 2019. Que os guste.