La primera semana de mayo, muy a mi pesar, es la semana grande del mes, y en ella se junta todo. Sobre todo, para aquellos que vivimos en Madrid. Tiene lugar el torneo de tenis del Mutua Madrid Open, y es la semana de Eurovisión. Y también es la semana en la que se celebra uno de mis eventos cinematográficos favoritos de la capital: el Documentamadrid. Servidor lleva yendo dos años, pese a sólo ser acreditado el primero. Ansiaba retornar por Cineteca este año, pero una serie de obligaciones de índole académica y conyugal tan sólo me permitieron ver una película. Es por eso que no pude disfrutar de algunas grandes obras, proyectándose en la sección Fugas filmes como Good Luck, la aplaudísima The green fog o la premiada Fán Dòng, y en la Sección Oficial filmes como Purge this land, Bixa Travesty, o la calurosamente recibida Of fathers and sons. La única película que pude descubrir en la Sala Azcona fue también en la competición de Fugas. Se trata del radical documental biográfico Caniba, experimento que ya dio de que hablar tras su proyección en el último Festival de Venecia. Sabía que se trataba de una película agresiva, y esperaba atraído una experiencia intensa y desafiante. Lo cuál tan sólo conseguí en parte, pues si bien logra inquietar al espectador e inducirle a un estadio de turbiedad, sus curiosos conceptos de partida se diluyen en un desarrollo monótono y falto de variedad formal.
Issei Sagawa es un japonés que cometió numerosos crímenes durante los años 80, en los que confesamente asesinó y devoró muchas mujeres tras aparearse con ellas. Tras ser condenado en la Sorbona, esquivó la cárcel por una enfermedad y desde entonces campa libre por Tokio. Este documental pretende descubrirnos a este monstruo mediante entrevistas. A través de una impactante concepción de la toma de imágenes, los directores intentan desentrañar los resortes psicológicos que motivan la conducta de este ser sanguinario. Un hombre masoquista de irrefrenable apetito sexual. Un documental perturbador de dispositivo narrativo muy particular. La película se compone de tres formatos de imagen: grabaciones en VHS del asesino de infante, de alguna de sus escenas sexuales o de auto-agresión física, planos recurso de un cómic ilustrado que retrata las hazañas antropófagas, y planos de los rostros del caníbal y de su hermano. Todo ello en primerísimo plano, con rostros en muchos momentos difuminados, fuera de foco. Acompañado a su vez de unas declaraciones crípticas, nada fluidas y grimosas, así como gemidos, respiraciones guturales y puntuales engullimientos de comida de una manera tan asquerosa como todo lo demás. La puesta en escena más directa y abrasiva del desprecio, de la repulsión. Sagawa es un individuo tan repulsivo como fascinante, y ver y oír como se abre ante nosotros es una experiencia impactante, y la decisión de filmar la locura de una manera alejada de cualquier ortodoxia fílmica convierten el visionado, para bien o para mal, en una experiencia única.
Si su arduo dispositivo nos pilla de imprevisto en primera instancia, su eficacia se agota muy pronto, y no hay nada adicional que contrarreste esa falta de interés durante un metraje excesivamente largo para un producto de estas características narrativas. Y pese a esquivar honrosamente el morbo y la violencia explícita de maneras muy ingeniosas, el interior personal y psicológico del personaje a analizar queda relegado a un segundo plano en pos de una intensa búsqueda de la incomodidad y el desagrado en el espectador, que halla motivos cinematográficos para aborrecer a Sagawa más allá de los motivos que ya aporta en sí mismo. Todos los elementos tienen justificada su presencia, pero ninguna de las piezas del puzzle aguanta la estructura más allá de los primeros veinte minutos, exigiendo en el espectador una paciencia extrema apenas recompensada.
Caniba es una película conceptualmente atractiva pero como única película del festival de este año, es netamente decepcionante. Deseo que el año que viene pueda disfrutar de muchos, y muy buenos, documentales.
- Título: Caniba
- Dirección: Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel
- Guión: Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel
- Actores: Documental. Issei Sagawa
- Dirección de Fotografía: Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel
- Música de: Una canción en créditos
- Estreno: Sin fecha de estreno
- Duración: 90 minutos
- Web Oficial: https://www.imdb.com/title/tt7225942/reference
- Nota: 6,4/10
