Durante el mes de agosto tuvo lugar en la plataforma de suscripción bajo demanda Filmin la undécima edición del Atlàntida, su festival online de cine de autor. Servidor pudo ver algunos títulos, y de ellos sonsacó las siguientes reflexiones:
La bocca del lupo de Pietro Marcello
Regreso plácido al cine de Pietro Marcello en la muy satisfactoria La bocca del lupo, que baña de lirismo los espacios y rutinas habituales de demacrados antihéroes que aman y recuerdan, en un retrato en el que el uso de la imagen de archivo eleva con claridad la propuesta cada vez que aparece.
Comienzo el Atlàntida dejándome seducir una vez por el enorme talento de Pietro Marcello desde la realización. La bocca del lupo aúna imágenes y sonidos de variada naturaleza en un todo armónico de relato desenfocado pero envolvente aura de fábula maravillada.
All eyes off me de Hadas Ben Aroya
Prosigo con el Atlàntida con una All eyes off me en la que se apuntan buenas maneras. Aroya no logra dar un paso más a nivel narrativo pero encuadra con elegancia estampas fotografiadas con mucho gusto en la que se permite que los jóvenes personajes se expandan en su naturalidad, retratando su apasionada y dubitativa sexualidad sin reparos pero también sin juzgar.
Mucho que sonsacar de interés en la detallista All eyes off me, que acierta acomodándose en la pausa para que respiren a través de sus acciones las inquietudes sexuales de unos jóvenes que buscan su propio camino.
Friendship’s death de Peter Wollen
El hechizo que provoca una Tilda Swinton veinteañera es buen motivo para la existencia de Friendship’s Death. Sin embargo, es un filme de ideas más que de hechos, en el que todo se manifiesta verbalmente y se enclaustra en un escenario de índole teatral con una puesta en escena funcional pero un tanto plana.
No me despertó más que cierta curiosidad Friendship’s death. Protagonista imbuida en magnetismo e instancias de aura inquietante, pero apenas un puñado de reflexiones verbalizadas sin especial aportación desde la puesta en escena.
Per Lucio de Pietro Marcello
Agradecí a Pietro Marcello que me descubriese la música de Lucio Dalla en Per Lucio. Sin embargo, disfrutaba durante el visionado por la música en lugar de por la valía del largometraje como obra en sí misma. Interesante, sin duda, y con jugosas entrevistas a su manager que describen bien su personalidad, aunque diluidas por su errática estructura entre el recuerdo tributivo.
Fui satisfecho por Per Lucio, si bien la encontré un exponente menor del talento de Pietro Marcello. Rico material de archivo pero descompensada estructura narrativa, que acierta en su cercanía pero no trasciende la exaltación de la figura retratada.
The whaler boy de Philipp Yuryev
Filme sentido aunque bastante simple. Romance platónico virtual con contexto de adolescencia efervescente en exótico entorno rural algo embebido de un formalismo efectivo pero estéril, en el que muestra más matices el pueblo ballenero que el sueño transoceánico que el muchacho ansía.
Difícil no sentir simpatía por The whaler boy, filme que apunta potencial pese a que sus formas se queden en un estadio primerizo. Empatía en un relato de amores platónicos y entornos castrantes que muestra su mayor baza en sus elecciones musicales.
La nariz o la conspiración de los disidentes de Andrey Khrzhanovsky
Un trabajo con tantas capas de significado que de puro aturdido tuve problemas para conectar con buena parte de su metraje. Musical animado con melodías de Shostakovich e imágenes de surrealistas y liberadas cualidades que funciona mucho mejor en su relato político de imagen de archivo acompañada sólo por música que en sus momentos de exhibición animada.
Admiro el trabajo y personalidad de una La nariz o la conspiración de los disidentes que funciona mas como pieza museística que como película. Su riqueza textual y linguística es apabullante, pero la implicación sufre en formato de largometraje.
La nuit venue de Frédéric Farrucci
Fui seducido con convicción por La nuit venue, perfecto ejemplo de cómo en ocasiones es más que suficiente con las cosas bien hechas. Thriller arquetípico con cierto sabor clásico que no apabulla pero en el que todo está en su sitio: envolvente música, realización sobria, atmósfera sensual, personajes gallardos, violencia seca y permanente tensión implícita en jugosos entornos de mafia china parisina.
Saboree el buen hacer de La Nuit Venue. Cine negro sencillo pero directo y preciso. Bañado de elegancia, sensualidad y música electrónica para apuntalar la atmósfera de pasión contenida luchando por aflorar en ecosistemas socialmente ricos.
El hijo del tendero, el alcalde, el pueblo y el resto del mundo de Claire Simon
Crisol social de un pueblo dedicado al cine documental al que siento que no se le acaba de exprimir todo el jugo. Cine observacional con afecto y atmósfera plácida que enfoca situaciones de interés, que deviene reconfortante en el relato humano pero superficial en su faceta de documentación.
Me acerqué a El hijo del tendero, el alcalde, el pueblo y el resto del mundo por su tema, pero este acabó por no interesarme demasiado. Valiosa es la atención de Simon por lo humano en su retrato de la aldea documental, pero sus focos de observación no se presentan tan precisos.
Last words de Jonathan Nossiter
Encontré escaso regocijo en una Last words que es una bobada simpática, pero bobada al fin y al cabo. Presenta personalidad usando sus escasísimos recursos técnicos para trazar ciencia ficción minimalista en un universo con características propias bien definidas, pero su deambular narrativo de pobres virtudes formales se pierde en gratuitas desviaciones hacia lo grotesco.
Hay elementos curiosos en una Last words que no deja de ser una nadería. Melancolía entrañable y romántica nostalgia cinéfila en un relato futurista que no puede esconder una ostentosa torpeza en su puesta en escena e inanes derivas extravagantes.
Reindeerspotting: Escape from Santaland de Joonas Neuvonen
No acabo de embarcarme en el crucero de Reindeerspotting – Escape from Santaland. Es innegable que hay fuerza expresiva en la vida de los inefables sujetos retratados, pero no creo que se termine de aprovechar ni el dispositivo documental ni la cercanía al sujeto. Parece conformarse a veces con remarcar lo indeseable de estos hábitos, mensaje evidente para cualquier espectador con un par de neuronas.
Es inevitable reconocer la esencia genuina de Reindeerspotting. Tiene cierta capacidad perturbadora, pero no termina de impactarme ni su enfoque documental ni su engranaje narrativo, quedándose en una observación neutra con carga de aleccionamiento.
Temporada de caza de Sabine Boss
Contemplé sin disgustos ni alborozo el enfrentamiento envenenado de Temporada de caza. Exhibe sentido del ritmo y acierto al retratar a sus despreciables tiburones de negocios, pero incurre en decisiones de estilo bastante redundantes para marcar sus intenciones y analogías.
Me adentré en la efectiva propuesta satírica de Temporada de caza. Acierta al capturar el despiadado asepticismo de los entornos corporativos, pero se recrea en unos símiles samurái bastante superfluos, amén de un entramado atmosférico plano.
In between dying de Hilal Haydarov
No logré abandonar nunca un gustoso desconcierto durante el visionado de la bella In between dying. Odisea introspectiva en permanente huida hacia delante algo rígida dentro de sus trazados formales, pero bañada de un lirismo atmosférico que te impregna hondo.
Fue creciendo en mí pasado el ecuador y una vez acabada la proyección la mística y abstracta In between dying. Filme algo críptico y pretencioso en sus objetivos narrativos, pero sabroso en su elegante realización y peculiar coherencia interna.
Lost boys de Joonas Neuvonen y Sadri Cetinkaya
Encontré bastante interesante el cargado ambiente de insalubre abismo de Lost boys, que crece sobre el universo de «Reindeerspotting» para perturbarnos en el entorno de extrema vulnerabilidad de estos despojos fineses seducidos por el sórdido infierno asiático.
Conecté mas con la propuesta narrativa de Lost boys, que retoma a los personajes de «Reindeerspotting» para sumergirnos en una viciada y atmosférica incursión en submundos de la mugre, allá donde nuestros antihéroes son mas víctimas que nunca.
The show de Mitch Jenkins
Tuve curiosidad por ver The show por la implicación del mítico Alan Moore, pero el producto final tan sólo se queda en una curiosidad. Este misterio surrealista funcionaría mucho mejor como cómic, pues su narración se basa en la verborrea permanente, apoyada en un humor bastante particular y un críptico desarrollo arrítmico y de marcada inepcia formal.
Pude apreciar las dementes ideas de The show, pero tan sólo a fanáticos de Moore podrá fascinar el conjunto. Una apuesta de género formalmente muy pobre, desempeñada con un ritmo lánguido y un humor muy específico, que siempre apunta pero no confirma.
El silencio de Pelešjan de Pietro Marcello
Caí en el hechizo de El silencio de Pelešjan por lo que representa en tanto epítome del mayor talento como realizador de Pietro Marcello: su capacidad de invocar emoción a través de la manipulación de la imagen de archivo. La narración puede ser escasa o difusa, pero la atmósfera de los universos visuales que propone es tan rica que los contemplas deleitado.
Supo darme El silencio de Pelešjan lo necesario para disfrutar. Una propuesta escasa pero sabrosa. Usando material fílmico del armenio y grabaciones propias construye una geografía emotiva, y sienta cátedra sobre la potencia expresiva del rostro vivido.
Conference de Ivan Tverdovsky
Sirva Conference como ejemplo de que no basta siempre la originalidad para que tu propuesta salga airosa. Filme de duelo y tributo que levanta ampollas y se atreve a reflexionar sobre la gangrena emocional, pero que ofrece pocas recompensas que diluyan los 135 minutos de tedio conscientemente dilatado que la componen.
Es de respetar el arrojo de Conference para presentar un dispositivo tan inquietante instigador de reflexiones jugosas, pero un estilo propio no es suficiente en este caso para sobrellevar mas de dos horas de escasas acciones y deliberado sopor.
Tierra de leche y miel de Héctor Domínguez-Viguera, Carlos Mora Fuentes y Gonzalo Recio
Me encuentro con la afectiva serenidad de Tierra de leche y miel. Miradas cercanas a familias del ahora para representar a través de ellos el trauma balcánico de tiempos recientes. Tan noble como, en última instancia, escasa.
Apuestan por una calma naturalista respetuosa los realizadores de Tierra de leche y miel. Retrato de las llagas del pasado balcánico a través del legado del trauma en la cotidianidad de su descendencia. Encomiables intenciones, pero se echa en falta algo mas.
The last ones de Veiko Õunpuu
Me sorprendió el balance entre tonos genéricos dispares que ofrece The last ones. Satírico y amargo retrato de hostiles comunidades laponas de trama y tempo obtuso pero efectivos usos de la música e instancias de gran eficacia lírica.
Cierro el Atlàntida con la impredecible pero certera mirada crítica de The last ones. Viciada comunidad rural de ejecución irregular pero con múltiples ocurrencias tonales siempre interesantes, gracias principalmente a extravagantes usos de la música.
Cuadrante disperso con picoteo de varias secciones, con predilección evidente hacia la retrospectiva de Pietro Marcello. Edición menos cuantiosa en títulos y jugosa en cosecha que la anterior, pero siempre con trabajos atractivos.
Comentarios
«Ma Belle, my Beauty» se echa de menos en la selección de Néstor. Quizá nos cuente algo más en una próxima entrega. Habrá que sonsacarle.