Verano del 85 – Obsesión corpórea

En 2020, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Si bien la pandemia del coronavirus impidió su realización, el Festival de Cannes no pudo evitar volver a acaparar los focos de la prescripción y programación cinéfila de este complicado 2020. Poco antes de sus fechas habituales de celebración, comunicaron a la prensa una selección de títulos con la etiqueta de Sección Oficial 2020: películas que habrían competido en la costa gala de haberse organizado el certamen y que, con este aval de calidad, estaban abiertas a competir en otros festivales. Esto permitió a algunos certámenes posteriores alinear programaciones de renombre en sus secciones competitivos, con películas de grandes nombres del cine de autor. Tal es el caso del título que hoy nos ocupa, que tras este reconocimiento cannois compitió en la Sección Oficial del pasado Festival de San Sebastián. Uno de los escasos nuevos trabajos de este aciago 2020 ya pasado su ecuador que estimulaba las expectativas del nuevo curso. Me refiero, por supuesto, a Verano del 85, nuevo trabajo del veterano y prolífico realizador galo François Ozon. Un trabajo con argumentos estilísticos y temáticos que supusieron grandes alicientes para la prensa patria, y un material promocional que llamó sobremanera mi atención. Me congratula afirmar que fui gratamente sorprendido por el que es un notable filme que superó ampliamente mis expectativas. Un pasional romance físico mas allá de la vida malsano y vivo flamante en su forma y con algunas indefiniciones en su fondo. Cuerpo y deseo más allá de la cordura. 

Costa normanda, años 80. El joven y atractivo Alexis es retenido por la policía, claro y único culpable de un trágico caso. Turbulentas consecuencias de un verano de descubrimiento y amor en compañía del efebo y carismático David. Narración solemne en retrospectiva para recordar y volver a la efervescente y candente pasión entre dos jóvenes muchachos en el apacible y vivo estío de mediados de los ochenta. Una película sensual, malsana y llena de estilo y fuerza. Una narración estilizada de naturaleza literaria iconográficamente rica y corporalmente fascinante. Cine homosexual de rasgos reconocibles pero a su vez fresco y personal, excelente en su puesta en escena. Una realización elegante y vibrante, llena de tomas en movimiento y cámaras desplazándose por la acción con fineza y estabilidad. Un trabajo fotográfico intachable, de colores saturados y vivos, grano fotoquímico y tonalidades cálidas del sol reflejado en lozanas pieles. Imaginario ochentero reproducido al detalle que matiza el escenario y selecciones musicales que delimitan la identidad cultural del momento y el paisaje emocional de nuestros dos amantes. Sin embargo, el elemento más jugoso del filme es cómo trabaja la carnalidad. La tensión sexual se configura en todo momento tanto de maneras veladas como más explícitas en sus tórridos encuadres, y tras el ecuador del filme se sitúa en el tablero un concepto apasionante: la obsesión perversa por el cuerpo deseado más allá de la vida, el hechizo irrefrenable no tanto hacia el individuo sino hacia esa carcasa orgánica que habita. Una conexión coherente con la mitología egipcia que da una nueva vuelta de tuerca a una segunda mitad inesperada y sugerente. 

En tanto queda anunciada desde los primeros compases, es inevitable depositar expectativas en la presentación en pantalla de cierta muerte fundamental en el relato. Por el tono y atmósfera cargada del relato, el funesto destino de un personaje debía venir acompañado de un contexto asimismo truculento. Una sospecha implícita que queda truncada por la solución narrativa que se da a ese conflicto, mucho más plana y pobre, mas cercanas a un culebrón o un drama televisivo que un relato de suspense sensual como este. Bien es cierto que hablamos de una adaptación literaria, pero es tarea del realizador hacer una acción atractiva a través de la puesta en escena. Duele como flaqueza en tanto momento menos sofisticada de un filme manierista lleno de personalidad. Un trabajo que se atasca de tempo al cerrar, cuyos libertad y riesgos emocionales suscitarán reservas en muchos espectadores, pero que hizo las delicias de un servidor. 

Seductora, fresca y viciada, Verano del 85 es un tenso relato amoroso frondoso e intenso que desafía expectativas y enriquece el imaginario del que bebe. 

  • Título: Verano del 85/Eté 85
  • Dirección: François Ozon
  • Guión: François Ozon, basado en la novela de Aidan Chambers 
  • Actores: Félix Lefebvre, Benjamin Voisin, Philippine Velge, Valeria Bruni Tedeschi, Melvil Poupaud
  • Dirección de Fotografía: Hichame Alaouié
  • Música: Jean-Benoît Dunckel
  • Estreno: 09 de octubre de 2020
  • Duración: 100 minutos
  • Web Oficial: https://www.golem.es/distribucion/peliculas/verano-del-85/
  • Nota: 7,8/10

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