Tully – Madre errante

En los últimos 20 años la academia e industria norteamericana ha aceptado e integrado de buen grado algunas maneras del cine indie, volviéndose comunes sus preceptos de forma y temática. Algunas propuestas con estas características en su ejecución han sido muy populares y recibido todo tipo de loas. Como es el caso de las películas previas de un realizador sobre cuyo nuevo trabajo hablaremos a continuación. Hablamos de Jason Reitman, hijo del Ivan Reitman de Los Cazafantasmas que colabora de nuevo con la actriz Charlize Theron y la guionista Diablo Cody en la comedia dramática Tully. Fue un nombre en la boca de cinefilia y crítica durante finales de los 2000 gracias a Juno y Up in the air, las cuales me agradaron moderadamente, pero que lleva un lustro desaparecido de la escena mediática. Esto parece haberse corregido levemente con la presente película, que si bien no formó parte de la última temporada de premios sí que ha sido recibido con optimismo por la crítica. Unido esto a mi aprecio por Charlize Theron y al interés que siempre he tenido por ver Young Adult, decidí darle prioridad en mi listado de películas estrenadas a ver en cines con urgencia. Con apertura de miras y sin tener del todo claro lo que me iba a encontrar. Y el filme que visioné me divirtió y me hizo sentir sensaciones agradables, pero no cabe duda que es un filme familiar que no ofrece elementos suficientes para el recuerdo. Buenas interpretaciones y refinados diálogos, pero carente de ambiciones formales y lastrada por un giro de guión innecesario. Un retruécano eficaz pero que no necesitaba la película, emocionalmente poderosa por sí sola. Un filme amable que precisaba de un empuje adicional, de una mayor dosis de energía. 

Marlo (una excelente Charlize Theron) vive con su pasivo marido y sus dos hijos, uno de ellos conflictivo, y está embarazada del tercero. Agotada por la acumulación de trabajo en casa y por los infiernos nocturnos de la cría se ve tentada por la oferta de su hermano de contratar a una niñera nocturna. Los servicios de la joven y alegre Tully (Mackenzie Davis, muy correcta) cambiará la actitud con la que Marlo vive sus días. Una comedia de madurez sobre familias desestructuradas, personas humildes y niños grandes necesitados de afecto. Filme de mujeres fuertes y madre en proceso de reconstrucción. Cine americano independiente de espíritu vitalista, sobre la felicidad de la vida diaria y la necesidad de encontrar la plenitud. Destacan los diálogos de Diablo Cody, afilados, raudos y llenos de referencias que los anclan a nuestro tiempo e inquietudes, y las interpretaciones de sus dos actrices principales, en concreto una de nuevo excelente Charlize Theron, que por sí sola es motivo suficiente para ver cualquier película. Es un filme muy bien montado, en el que la edición eleva el resultado de un puñado de secuencias, tanto cómicas como más dramático. Una comedia que funciona, en un filme que también toca en la sección de la ternura con mucha eficiencia. Tras un primer estadio de sátira social y familiar, la película se adentra gradualmente en la relación de ambas y en una etapa de melancolía, terapia y superación de los propios miedos. 

El ingenio está en la escritura de los diálogos, pero no hay inspiración en la realización y puesta en escena. La fotografía es sosa y pueril, carente de un estilo definitorio, y la elección de temas musicales aporta un tono blando y sobre-enfático. Las similitudes con Juno y otro tipo de filmes es constante, y sale casi siempre perdiendo en las comparaciones. Y el giro final, si bien está bien trazado, no sólo es poco original y anticipable, sino que en el plano emocional es realmente innecesario, en tanto el filme ya transmitía todas sus ideas sin él. Película grata, otra muesca de cine competente que factura Reitman, pero distante de la excelencia que buscamos en esta web. 

Optimista, ácida y desenfadada, Tully es una película amena y bien interpretada que se limita con ser simpática sobre ser una película realmente relevante.