Finalmente, llega el momento más esperado de enero en este blog. También el más gozoso, a la par que el que conlleva más trabajo: mi listado con la selección de las mejores películas estrenadas en España durante el 2016. El año pasado no fui capaz de reducirlo a diez títulos, y este año he visto muchas más películas que nunca entre estrenos, festivales y demás, por lo que la lista es la más amplia que he sacado hasta ahora. Tal vez no sea el mejor año de cine de esta década, pero sin duda ha sido el año más grande de este blog, y quería reflejarlo de esta manera en el listado. Por tanto, no nos detengamos más y pongámonos manos a la obra. Pero, en primer lugar, querría mencionar unas películas que no pudieron entrar en la lista por ausencia de estreno comercial que habría deseado que estuvieran dentro.
Menciones especiales
The land of the enlightened de Pieter-Jan De Pue: Posiblemente el documental mejor fotografiado del año, su realizador probó que con intención y buenas formas se pueden contar apasionantes historias de héroes diminutos sobreviviendo en páramos más reales que los de George Miller, asolados por una guerra mucho más salvaje. 8/10
Credit for murder de Vadim Antonevicz: Un uso espectacular de las imágenes de archivo y la investigación periodística mediante las cuales su carismático realizador prueba que con un tema de interés y un guión construido con excelencia pueden crearse intrigas de tensión Fincheriana aunque los medios de los que dispongas sean limitados. 8/10
Bajo el sol (Under the sun) de Vitaly Mansky: Una estética escenificación (que cuida de seguir grabando en los momentos de ensayo o corrección del texto más adecuado para el líder) de las cosas más bellas y estrafalarias que se producen en el día a día de una niña y su familia perfecta en ese gran país que es Corea del Norte. 8/10
Nocturama de Bertrand Bonello: Desestimada en Cannes, la nueva película del galo es una propuesta líquida y dinámica que se apoya en el montaje y la realización de la acción como grandes armas para dotar de pulsión este alegato de la rebeldía como acto de libertad. 8/10
Chi-raq de Spike Lee: Comedia griega trasladada a la contemporaneidad con ingente vigencia, pero sin perder el texto original, la nueva película de Spike Lee aúna la teatralidad y el cine en una tragicomedia tan grotesca como reivindicativa, arte por sí misma y en pos del fin de la violencia. Imprescindible. 8/10
Una vez concluidas estas excelentes menciones especiales, demos paso al listado:
30. Habitación verde (Green room) de Jeremy Saulnier: Un sencillo pero muy efectivo ejercicio de tensión en espacios cerrados con escasos elementos, en una película en la que el manejo gradual de las atmósferas y la dirección artística brillan para hacer nuestras delicias en una de las mejores películas de terror en un año muy bueno para el género. Sin olvidar el siempre bienvenido reencuentro con Patrick Stewart. 7/10
29. El gemido/El extraño (Goksung) de Na-Hong Jin: Críptica y ambigua, el primer título de cine surcoreano de la lista nos habla de Satán y los misterios demoníacos con una sugerencia malsana tan pegadiza cómo no habíamos visto antes. Ni unas timoratas e inoportunas derivas al humor vician una sensación general de asfixia e incomodidad pregnada en notable forma cinematográfica. 7/10
28. La llegada (Arrival) de Denis Villeneuve: El realizador canadiense sigue probando un año más el alto nivel al que rinde. Su última obra no llega a igualar a la previa (Sicario), y no remata a nivel narrativo, pero la excelencia en su ejecución hacen imposible que no esté en esta lista. 7(alto)/10
27. No respires (Don´t breathe) de Fede Álvarez: Una trepidante coreografía de cámara y actores en la que el director uruguayo consigue que no soltemos en un sólo instante el borde de nuestras butacas sin abandonar cuatro señeras paredes. Lástima de su dilatado clímax. 8/10
26. Regreso a casa (Gui Lai) de Zhang Yimou: La película más triste del año, en el melodrama extremo ejecutado por el Xi´anés en el que Gong Li da una lección interpretativa en un tierno relato de esperanza y reencuentro, acompañado de una realización competente y una hermosa música. 8/10
25. Espías desde el cielo (Eye in the sky) de Gavin Hood: La película bélica del año pone al espectador en el más incómodo de los escenarios a nivel moral, sufriendo con el dilema ético que la lucha contra el terrorismo plantea a un puñado de personajes, dónde encontramos a la siempre excelente Helen Mirren y el último papel de Alan Rickman. 8/10
24. Que Dios nos perdone de Rodrigo Sorogoyen: Otro caso más de estupendo cine criminal patrio, plagado de grandes secuencias de acción, en un duelo interpretativo que da cuerpo a una truculenta historia de asesinatos en serie ambientados en el Madrid del 15-M. 8/10
23. El ciudadano ilustre de Gastón Duprat y Mariano Cohn: Una astracanada argentina que paso a paso evoluciona hacia una de las críticas de la hipocresía social más ácidas de los últimos tiempos, en un devastador reflejo de la crudeza del trato en los pueblos. Comedia efectiva con un fin concreto y ambicioso, logrado con creces. 8/10
22. Spotlight de Tom McCarthy: Ganadora del último Oscar, este drama a la antigua usanza de investigación periodística no narra con unas maneras revolucionarias pero, de la mano de un reparto coral a pleno rendimiento, nos acerca una historia que tenía que ser contada y que, lamentablemente, sigue muy vigente. 8/10
21. Las estaciones (Les saisons) de Jacques Perrin y Jacques Cluzaud: Filmada con el mayor despliegue de medios al alcance de la producción audiovisual europea, los responsables de Nómadas del viento nos brindan el documental de animales definitivo, no exento de panfletismo. 8/10
20. Animales nocturnos (Nocturnal animals) de Tom Ford: El diseñador tejano se confirma como un fino realizador en este desgarrador y hitchcockiano melodrama en el que se comunican entre sí diferentes niveles textuales, en un denso ejercicio metanarrativo en el que la diégesis se retroalimenta a sí misma. 8/10
19. Canción del atardecer (Sunset song) de Terence Davies: Un drama sin resquicio para sus personajes ni el espectador en el que Davies eleva el material de partida con una realización sutil y medida en la que saca tremendo partido a los vastos escenarios escoceses y la poética de sus canciones folclóricas. 8/10
18. Anomalisa de Charlie Kaufman y Duke Johnson: Un goce mal concluido que pese a todo merece estar aquí por sus divertidos y afilados diálogos que encierran tristeza y verdad, sin olvidarnos de una conmovedora animación en stop-motion y un sentido del humor muy particular. 8/10
17. Fuego en el mar (Fuocoammare) de GianFranco Rosi: El documental del año, y también una de sus grandes películas, capta a la perfección con un puñado de líneas narrativas, presentadas cual pinceladas relacionadas con mucho sentido, el espíritu de Lampedusa, apresándote en su hechizo. 8/10
16. Corazón gigante (Fúsi) de Dagur Kári: Un ejemplo más del gran estado del cine islandés, esta sórdida y ascética película es la historia de amor más intensa y descorazonadora del año, además de un estudio del personaje cinematográfico del año: el gigante Fúsi. 8/10
15. La propera pell de Isaki Lacuesta e Isa Campo: El veterano realizador vasco se sustenta en la genial interpretación de Álex Monner y en una excelente filmación atmosférica del pirineo catalán para brillar en una película en la que su fascinante premisa acaba siendo lo de menos. 8/10
14. Bone Tomahawk de Steven Craig Zahler: Este debut de su hasta ahora guionista es un atípico Western que representa la mezcolanza genérica más estimulante de los últimos años, implicándonos desde la sencillez en la historia de sus carismáticos personajes, tan divertida como puntualmente espeluznante. 8/10
13. Expediente Warren: El caso de Enfield (The conjuring 2) de James Wan: El cénit de un año muy bueno para el terror, y también el cénit de su avezado creador, que reúne todas las virtudes de su excelente predecesora, pico de su estupenda obra, y echa el resto con el retruécano narrativo, sin abandonar su manejo magistral con la cámara. 8/10
12. La doncella (Ah-ga-ssi) de Park Chan-Wook: El cine surcoreano vuelve a la lista con el último trabajo de un maestro, que aúna un placentero éxtasis visual y sonoro con un intrincado guión de giro tras giro que acaricia la sexualidad de la manera más sugerente, y por los caminos más desconcertantes. 8/10
11. Tarde para la ira de Raúl Arévalo: El talentoso actor se autoerige en igualmente talentoso realizador con un intenso debut que bebe del mejor Audiard en una historia de venganza interpretada con garra y filmada con una urgencia sucia y directa, en un relato de cuerpo a cuerpo, con un uso excepcional de la iconografía castiza. 8/10
10. El demonio de Neón (The neon demon) de Nicolas Winding Refn: El polémico director danés filma una de sus obras más inaccesibles, una bella película sobre la belleza tan narcisista como agresiva y arriesgada, hipnotizador filme de atmósferas acompañado de la banda sonora del año y una excelente fotografía. 8/10
9. El cuento de la princesa Kaguya (Kaguya-hime no monogatari) de Isao Takahata: Una de las últimas películas realizadas por el Studio Ghibli, llegó a nuestro país con dos años de retraso esta delicada obra de uno de los dos maestros fundadores, tan devastadoramente dramática como bellamente animada y excelentemente musicada. 8/10
8. La gran apuesta (The big short) de Adam Mckay: Una demostración perfecta de cine líquido, en una propuesta que rompe con las formas y los límites de la ficción y de los formatos audiovisuales no sólo para hacernos reír, sino para recrear con rigor histórico el origen de la crisis y dejarnos reflexionando, con la más amarga y certera de las conclusiones. 8/10
7. Elle de Paul Verhoeven: Isabelle Huppert se desata en un drama tan divertido como perturbador, en un ejercicio de formas clásicas pero argumento adalid de la incorrección política y la sexualidad fuera de lo convencional. Primera película en Francia del director holandés y, posiblemente, su mejor obra. 8/10
6. Los odiosos ocho (The hateful eight) de Quentin Tarantino: El irreverente cineasta posmoderno se regodea en su película más egocéntrica y mamarracha, y una de las más difíciles para el espectador, pero también aquella en la que lleva sus señas de referencia a la máxima potencia, puliendo sus formas de cineasta e hilvanando secuencias de majestuosa pulsión cinematográfica. 8/10
5. Paterson de Jim Jarmusch: Jarmusch nos ofrece su mejor película en esta sencilla película sobre la cotidianidad y el paso del tiempo día a día, captando belleza en los más simples detalles, que marcan la diferencia en este relato cíclico. Una poesía excelente y un Adam Driver entregado a la contención sentida hacen las delicias del cinéfilo. 8/10
4. Neruda de Pablo Larraín: El chileno se muestra en estado de gracia, encadenando grandes películas cómo la que nos ocupa, que a través de un relato policial y de la narración en primera persona, de nuevo con formas eminentemente clásicas, expresa audiovisualmente la poesía del maestro Pablo de la mejor manera posible. 8/10
3. Comanchería (Hell or high water) de David Mackenzie: El western del año es también un excelente filme de atracos filmado con una maravillosa chulería por Mackenzie, que con una realización dinámica que no cesa articula, en un montaje soberbio, una crítica historia de páramos sin amo que es un espectáculo cinematográfico de primer orden. 8/10
2. El hijo de Saúl (Saul Fia) de László Nemes: El sucesor de Béla Tarr nos brinda una de las miradas más desgarradoras e innovadoras sobre el holocausto que se recuerdan, en un asceta y asfixiante relato que impacta mucho más allá de su rompedor dispositivo narrativo. 8/10
1. Carol de Todd Haynes: Haynes bebe del primer Lean para brindarnos una delicada y elegante historia de amor excelentemente ambientada, interpretada con eminencia y realizada con una belleza frágil y justa en sus formas, que deslumbra con lo estrictamente necesario. Una obra maestra. 9/10
Y esto ha sido todo por este año. Espero que durante el 2017 podamos ver tanto buen cine, si no más. Les invito a que me acompañen en mis aventuras cinéfilas a través de este blog, que sigan las novedades de Numen y que visiten el canal Néstor Juez.
