The Square – Cretinos mimados

En 2017, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

En un período de apenas siete meses he tenido la fortuna de poder visionar en pantalla grande gran parte de las películas más importantes y aplaudidas del último Festival de Cannes. Pero aún restaba por ver la gran triunfadora, arrasadora hace pocas semanas en los Premios del Cine Europeo. No pude verla en San Sebastián, dónde se proyectó en la sección Zabaltegui. Avalon no me ofreció pase de prensa (afortunadamente, esto no va a repetirse). Y hará más de un mes que llegó a la cartelera y no sacaba el momento de ir a verla. Pero finalmente pude acudir a disfrutarla a los cines Renoir de Madrid. Las expectativas, huelga decirla, eran elevadísimas. No sólo disfruté sobremanera con Fuerza Mayor, la obra previa de Östlund, sino que no puedo evitar generar un interés malsano por una Palma de Oro, además, tan multipremiada. Y una, evidentemente, con una premisa tan interesante y un tono, acorde a los tráilers, tan intenso y desenfadado. Por lo que el retraso no impidió que la dejase escapar de los cines. Y habría sido un inmenso error. Pues, pese a sus defectos, nos hallamos ante una grandísima película, holgadamente uno de los mejores filmes del año que cierra. Una comedia espectacular que aúna un compendio completo de parodia ultra-crítica con la Europa de hoy, y las altas clases de Suecia. Una crítica al mundo del arte, a las relaciones de poder y a las miserables relaciones de las sociedades con los indigentes. Película mastodonte y abarrotada pero plagada de aciertos. 

Christian (un estupendo Claes Bang) es el director artístico del X-Royal Museum de arte moderno de Estocolmo. A unos meses de que se inaugure su próxima exposición, El cuadrado, los directivos se afanan con el departamento de marketing para crear una campaña de impacto que capte la atención de los medios. Mientras tanto, un día le roban en la calle móvil y cartera, y usa unas medidas poco ortodoxas para recuperarlo. Todo ello rodeado de los extravagantes personajes y dinámicas en absurdas y disparatadas situaciones en el endiosado mundo del arte. Una disparatada sucesión de estampas cómicas, no exentas de gravedad, crueldad o humor negro. Instalaciones absurdas, fiestas en palacios, monos en casas, hombres haciendo de primates, sillas chirriando sobre sí mismas, hombres palmeando y chillando durante conferencias…Östlund presenta, mediante una prístina puesta en escena (que en no pocas ocasiones se encarga de situar, visualmente, a sus personajes en cuadrados) de excelentes elecciones musicales, finos encuadres y armónicos movimientos de cámara, una gamberrada irreverente de aspecto elegante, sobrio y culto, pero también cargada de durísimos mensajes sobre la moralidad, la libertad de expresión, el egoísmo o la hipócrita compasión hacia los desfavorecidos. Así como las relaciones amorosas o familiares entendidas como muestras de poder o dominación. Una película de muchos personajes que tan sólo se detiene en uno, Christian, un idiota redomado que consigue implicarnos en su día y que llegamos a conocer realmente bien. Acompañado de su trama principal, que sigue un satisfactorio arco, conocemos un conjunto de situaciones, individuos y entidades tan esperpénticos y antipáticos como, pese a la exageración, reales. Un visionado muy divertido que consigue que nos riamos aún a conciencia de que lo hacemos por algo que, en realidad, no tiene gracia alguna. Soberbia. 

Como histriónica y satírica crítica ácida a los burgueses europeos, la película no pone el freno en sus explosiones de caos, delirio o polémica, pecando por momentos de excesiva, o de abrazar una crueldad que se balancea en el alambre de la corrección moral. Y si bien su cuestionablemente dilatado metraje puede seguirse sin problemas pese a su longitud, las múltiples subtramas y personajes no impiden seguir las línea principal de Christian y la recuperación de su móvil pero sí provoca que muchos elementos y personajes queden relevados a meros apuntes explorados en la superficie. El humor funciona y el mensaje cala, pero el discurso es puesto por momentos ante nuestros ojos sin sutileza. Y algunas escenas se sienten coreografiadas, poco naturales. Y escenas estupendas, cómo la performance del mono, impactan pero no llevan a ningún sitio. Este exceso es necesario, forma parte de la rabiosa personalidad del filme y es integral en su discurso, pero por momentos la aleja de ser una obra maestra. 

Caústica, hilarante y demoledora, The square es una película incorrecta e incómoda por momentos, pero también un análisis magistral de la Europa egoísta, y una película imprescindible y extraordinaria. 

  • Título: The square
  • Dirección: Ruben Östlund
  • Guión: Ruben Östlund
  • Actores: Claes Bang, Elisabeth Moss, Dominic West, Terry Notary, Christopher Læssø
  • Dirección de Fotografía: Fredrik Wenzel
  • Música de: Piezas de Amok, The Swingle Singers, Andreas Franck y Bobby McFerrin
  • Estreno: 10 de noviembre de 2017
  • Duración: 142 minutos
  • Web Oficial: http://www.imdb.com/title/tt4995790/combined
  • Nota: 8,1/10

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