Una de las aficiones que caracterizaban a este servidor durante mi adolescencia era el fervor y adicción a la saga Star Wars. Conocía el nombre de cada nave, planeta o personaje, y llené mi cuarto con objetos de mercadotecnia que siguen ahí. Y si bien esta obsesión se ha apaciguado considerablemente, sigo considerando que la hexalogía original de Lucas, sin ser necesariamente grandes películas, constituyen un sabroso arco mitológico. No entiendo el odio hacia las precuelas, creo que mucha gente se ha adherido a una corriente de opinión que las denosta por no ser aquello que la parte más nostálgica de su ser esperaba, provocando una animadversión que no sufrirían si no llevaran Star Wars en su título. Y la compra de la saga por parte del imperio Disney no pudo disgustarme más, pues pronto quedó evidenciado que se pretendía apelar a la nostalgia recuperando la iconografía de la trilogía original sin aportar nada a la narrativa, con la clara intención de hacer un gran negocio con la venta de mercadotecnia de todo tipo. Si bien era entretenida y sus personajes resultaban entrañables, El despertar de la fuerza era un descarado más de lo mismo, y aún cuando disfruté enormemente con Rogue One, salta a la vista que esta no aportaba nada al rango general de la historia galáctica. Por ello, pese a que poco a poco pierdo la esperanza, creo que aún hay historias que se pueden contar en esta galaxia, estas películas siguen siendo muy competentes en su aspecto visual y esta nueva entrega, aunque es la que ha aparecido con menos ruido previo (lo cuál rara vez es algo bueno), era al parecer muy distinto al Despertar, y esto para mí ya era algo positivo por sí sólo. Por lo que la vi al poco de estrenarse. Y si bien me entretuve, y encontré una película diferente, también me pareció, sin duda, la peor de esta nueva redada, y de la saga en general. Una película que innova con riesgo en temas de fe y de habilidades Jedi, y que indaga un poco en el pasado de Rey y Kylo Ren, pero tras los fuegos artificiales reposa una trama defectuosa que sigue sin responder preguntas y hastía al más paciente con casi tres horas de metralla sin fin.
La primera orden, comandada por el misterioso Líder Supremo Snoke (un Andy Serkis rutinario), su aprendiz Kylo Ren (Adam Driver, de magnética inestabilidad) y el General Hux (lamentable Domnhall Gleeson), tienen a la Resistencia de la General Leia Organa (Carrie Fisher, de los mejores personajes de la película) entre la espada y la pared, siendo capaz de rastrearles en el hiperespacio y de asolar sus navíos, quedándoles muy pocos y con muy poco combustible. Mientras tanto, Rey (una Daisy Ridley que puede lucirse mucho menos que la vez anterior) ha viajado al remoto planeta Ach-to para encontrarse con el ermitaño y maestro Jedi Luke Skywalker (un huraño Mark Hamill echado a perder con los clichés en los que transforman a Luke), quién pretende que la instruya, le informe de su pasado con Kylo y le ayude para sacarlo del lado oscuro para acabar con la Primera Orden. Una historia que se adentra en los dominios de la fuerza, el poder de Rey, el atormentado resentimiento de Luke y las dudas de un villano fragmentado. Una película que apela a la épica, la fantasía, los valores morales de la rebelión y la esencia ideológica de la eterna lucha entre el bien y el mal, además de indagar en la eterna disyuntiva entre jedis y sith, lado oscuro y luminoso, y lo viejo y lo nuevo, apostando por un nuevo enfoque que deja de rendir pleitesía a viejos esquemas dogmáticos sobre las habilidades de la fuerza y arroja nuevos usos que se le puede dar a la misma, así como roles distintos para los que la portan. Aún siendo de las más flojas de la saga, la banda sonora de John Williams sigue siendo notable, la dirección artística, efectos especiales, diseño de personajes y demás departamentos responsables del acabado visual del universo son todos de primera categoría. Si bien el guión no da excesivo espacio para el lucimiento, todos los actores cumplen bien con su cometido. Y la película es espectacular, lo que para muchos será una gran virtud. Desde luego, si se ve sin darle importancia alguna a la historia que te cuentan, puede funcionar. Y sí, es muy diferente a El despertar de la fuerza.
Si bien la ejecución audiovisual de batallas espaciales, duelos con espadas láser y demás escenas de acción es irreprochable, su integración en una estructura catártica de constantes momentos álgidos los transforma en una rutina agotadora. Las innumerables batallas espaciales no aportan nada más allá de alargar el metraje, y las subtramas de Poe (Oscar Isaac) o Finn (John Boyega), de los que podríamos decir que no saben que hacer con ellos, están ahí para alargar la película hasta la extenuación y desviar la atención de una trama principal (la de Luke, Rey y Ren) que les queda más pobre de lo que debieran, y situar a actores como Laura Dern o Benicio del Toro en papeles intrascendentes. Si no hay construcción dramática hacia los eternos clímax y momentos solemnes, estos acaban resultando indiferentes. Y pese a ser diferente, el guión sigue una estructura de hilvanar con torpeza momentos espejo de la antigua trilogía. Si vimos hace dos años un Luke 2 con un Obi-Wan 2, aquí se cita con un Yoda 2 para querer después redimir a un Darth Vader 2 de las malas garras de un Emperador 2. En suma, si al ruido le sumas que seguimos sin saber nada del Imperio 2, ni del Emperador 2, ni muchas cosas de su Darth Vader 2, ni el porqué del vínculo entre Rey, Finn y Poe…todo pierde impacto, pues no nos implicaremos ante las desgracias de nuestros héroes si no les conocemos bien, ni las características de su escenario. Una apuesta al todo por el todo a la catarsis, el exceso y el momentazo que en su machaque no puede sino incordiar.
Fatua, agujereada y cansina, Los últimos Jedi innova en estructura y logística de la fuerza pero agranda los defectos argumentales de su predecesora, y avasalla en su exceso y auto-complacencia.
- Título: Star Wars: Los últimos Jedi/Star Wars: The last Jedi
- Dirección: Rian Johnson
- Guión: Rian Johnson
- Actores: Daisy Ridley, Mark Hamill, Adam Driver, Oscar Isaac, Carrie Fisher, John Boyega
- Dirección de Fotografía: Steve Yedlin
- Música de: John Williams
- Estreno: 15 de diciembre de 2017
- Duración: 152 minutos
- Web Oficial: http://www.starwars.com/films/star-wars-episode-viii-the-last-jedi
- Nota: 5,9/10