Nada enorgullece mas al que escribe estas líneas que contribuir a la difusión de los trabajos fílmicos de nuevos talentos, esos primeros pasos de creadores de un cine pequeño pero siempre sabroso y necesario. Películas sin grandes nombres delante o detrás de la cámara, fuera del sistema de grandes estudios pero fundamentales para avanzar el lenguaje cinematográfico del mañana. El año 2019 confirmó un lugar ideal para encontrar cine de nuevos realizadores de estupenda calidad: la sección Orizzonti del Festival de Venecia de dicho año, que 13 meses después podemos confirmar sin atisbo de duda como una alineación excelente. Algunas de ellas disfrutaron de un recorrido mas extenso en otros festivales, otras no tuvieron la misma suerte. Hoy hablamos de una de ellas, la italiana Sole, primer largometraje de Carlo Sironi que llega a salas españolas más de un año después de su presentación en el Lido de la ciudad de los canales. Estuve cerca de poder verla allí, pero nunca es tarde para descubrir un largometraje, mas aún si se hace en una sala de cine. Y aprovecho este altavoz un filme sensible ejecutado con gusto y destreza, no exento de ciertas irregularidades propias de un debut. Un drama sórdido de paternidades inexpertas tan humano y comedida como torpe en algunas decisiones tonales. Un filme incapaz de despuntar pero compacto y honesto.
Dos adolescentes, el ludópata italiano Ermanno y la solitaria polaca Lena esperan el nacimiento de un hijo no deseado. Dispuestos a darlo en adopción, ambos deberán convivir durante varias semanas hasta el parto y la posterior entrega, en las que Ermanno deberá supervisar a Lena y asegurar que el niño se gesta en un entorno controlado y sin amenazas. Una rutina conjunta forzada en la que ambos experimentarán drásticos viajes emocionales. Un viaje emocional de varios meses de una pareja destinada a aceptarse, cogerse afecto y hacerse adultos a marchas forzadas. Una visión amarga pero llena de sensatez y sentimiento del complicado paso de sacar adelante una vida sin estar preparado ni acompañado debidamente para ello. Un sencillo relato que pone el foco en una realidad lejana a cualquier solemnidad o trascendencia pero muy propia del líquido ahora que nos anega. Un relato sensible de sordidez y desangelación emocional entre jóvenes narrado con eficiencia. En particular cabe destacar un reseñable tino en su entramado tonal. Un relato de suma contención y frialdad emocional, que se refleja a través de la fotografía, en frías tonalidades de color de azules desvaídos. Una gelidez expresiva y gestual de extrema coherencia, pues transmite a la perfección el desolador desierto emocional que atraviesan sendos padres no deseados sin porvenir profesional y permanentes dudas. Un trabajo de formas comedidas pero compactas del que también procede destacar la labor de sus intérpretes, lejana al exhibicionismo pero lejos de la simplificación o el esquematismo. Sus personajes se sienten sumamente reales, y pronto logramos comprender su contexto y sus dilemas.
El tono gélido y el distanciamiento son decisiones narrativas coherentes y bien perfiladas, pero el filme se queda siempre en el umbral de que lleguemos a conocer realmente a sus dos protagonistas. Debido principalmente a una estructura de guion ciertamente rutinaria y descompensadas en su reparto de nudos de acción, con un planteamiento extenso y una conclusión apresurada. Un clímax emocionalmente flaco, con unas confrontaciones plúmbeas tras un proceso de afecto y enganche amoroso sugerente que habría merecido una resolución más creativa. La propuesta se ve limitada en su alcance por adherirse a fórmulas del cine de autor europeo que limitan su capacidad de sorprendernos. Y el que sin duda es el mayor elemento de flaqueza del filme es su pobre uso de la banda sonora: melodías motivacionales, enfáticas y blandas, que azucaran un conjunto que si algo no precisa es sensiblería. Una torpeza atmosférica sin duda comprensible en un debut, por lo que con gusto otorgó el voto de confianza a Carlo Sironi para seguir su evolución.
Rigurosa, fría y empática, Sole no innova ni fascina, pero desempeña con solvencia y criterio todo lo que se propone.
- Título: Sole
- Dirección: Carlo Sironi
- Guión: Antonio Manca, Giulia Moriggi y Carlo Sironi
- Actores: Barbara Ronchi, Claudio Segaluscio, Sandra Drzymalska, Vitaliano Trevisan, Bruno Buzzi
- Dirección de Fotografía: Gergely Pohárnok
- Música: Teoniki Rożynek
- Estreno: 06 de noviembre de 2020
- Duración: 102 minutos
- Web Oficial: https://www.margenes.org/es/distribucion/5eeb660c4fdd05828b9a6224
- Nota: 6,6/10
Comentarios
Muchos elogios para un debutante. Habrá que ver a esta ópera prima antes de que se ponga o se quite el Sole