Al hambre habitual que la prensa tiene de nuevas voces cinematográficas, se suma en este momento cultural, y ya era hora, el interés renovado por dar foco a nuevas voces femeninas. Si además conllevan sensibilidades culturales lejanas a la tradición occidental, el combo del aliciente es imbatible. El relato social vinculado a la sororidad, tan necesario como tantas veces oportunista, ha sido determinante en la recepción del título que nos ocupa, cuyas condiciones genéricas hacen difícil creer que hubiera tenido esta aceptación popular tan positiva hace unos años. Pues aun siendo un trabajo verdaderamente interesante, habría sido únicamente incomprendido. Se estrena en cines españoles, tras unos meses de espera, una de las sensaciones festivaleras del otoño pasado: Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly, el drama judicial francés con el que la realizadora de origen senegalés Alice Diop debuta en la realización de largometrajes de ficción tras varios años dirigiendo documentales. Galardonada en Venecia con el Gran Premio del Jurado y al premio a la Mejor Ópera prima, se hizo en Sevilla con el Giraldillo de Oro a Mejor Película y el reconocimiento al Mejor Guion y fue escogida por Francia como candidata en la categoría de Película Internacional en los Próximos Óscar. Un filme que suscitó reservas en ambientes cercanos de criterios contrastados, pero que acudí a desentrañar con innegable curiosidad. Y afirmó congratulado que nos encontramos ante un trabajo sumamente estimulante. Un sobrio drama maternal que llena su desarrollo de sugerente información cultural sin recurrir para ello a las palabras. Un ejercicio desconcertante pero mágico.
Cine judicial hibridado de documento social no exento de dosis de fantástico. La sintonía inexplicable entre mujeres desvinculadas. El aura en suspensión de genealogías tribales como motivación tras los actos inexcusables de las implicadas. Trabajo concentrado de frontalidad directa, en la que no son sino las imágenes intersticiales que abandonan la ficción los que re-contextualizan el fondo de la historia. En suma, una película donde el hueso no se encuentra en lo que alcanzamos a vislumbrar, sino en aquello que intuimos, por los brotes visuales, que subyace. Un contenido y sobrio drama judicial de objetividad desnuda propia del rigor documental en el que, sin embargo, la esencia se encuentra en el aura inaprensible e inexplicable que justifica los actos de Laurence Coly y la vincula, pese a no conocerse de nada, con la profesora protagonista. La naturaleza intraducible a otros contextos, y representada en la película mediante planos de miradas distantes, grabaciones de archivo o fragmentos documentales en vez de palabras, de la mujer madre africana. Un drama cultural ancestral heredado tras la migración heredado a las nuevas generaciones femeninas, que les llevan a chocar con los procedimientos institucionales europeos. Largas secuencias de planos fijos y escasa fragmentación y nula música puntuados con hipnóticos planos detalle de partículas en suspensión o coros femeninos de respiraciones y gemidos entrecortados como inquietante banda sonora. Estos son los elementos que componen el lenguaje audiovisual de esta tesis femenina, suficiente por sí solos para compensar el visionado de esta sensible propuesta.
Diop presenta ante nuestros ojos una ruta oculta sembrada de semillas que no llegan a dar fruto. Un discurso ambiguo y enrarecido que nunca llega, o incluso ni siquiera procura, dar respuesta a sus incógnitas. Sus dos tonos opuestos se complementan, pero jamás discurren en paralelo. Así como los destellos atmosféricos de estilo son los elementos mas valiosos de la voz de Diop, que el metraje dedique tan poco tiempo a estos y tanto a unas secuencias judiciales, en última instancia, secundarias para el impacto sensorial de la propuesta, es a su vez una oportunidad perdida. Es una película irregular probablemente sobrevalorada por el oportunismo social alrededor de su temática, pero sin duda personal y recomendable.
Rigurosa, amarga y misteriosa, Saint Omer no rubrica el potencial del singular tono que propone, pero ofrece una reflexión ancestral vigorosa desde el potencial de las imágenes.
- Título: Saint Omer. El pueblo contra Laurence Coly/Saint Omer
- Dirección: Alice Diop
- Guión: Alice Diop, Marie NDiaye, Amrita David
- Actores: Kayije Kagame, Guslagie Malanda, Valérie Dréville, Aurélia Petit, Xavier Maly
- Dirección de Fotografía: Claire Mathon
- Música: Supervisión de Thibault Deboaisne
- Estreno: 03 de marzo de 2023
- Duración: 122 minutos
- Web Oficial: https://surtseyfilms.es/peliculas/saint-omer-2/
- Nota: 7,3/10
Comentarios
Con qué soltura desmenuza Néstor «Saint Omer», la Medea del siglo XXI. Guslagie Malanda es la nueva María Callas, la admiradora de Wittgenstein – «de lo que no se puede hablar, mejor te callas»-. Bien antes de encallar, me despido con el final del Tractatus: «Wovon man nicht sprechen kann, darüber muss man schweigen».