Perfectos desconocidos – Sombras de la móvil-dependencia

En 2017, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Desde hace años asisto al cine a ver cada nueva película del realizador bilbaíno Álex de la Iglesia. Considero El día de la bestia y La comunidad no sólo excelente películas, sino dos de las mejores producciones audiovisuales jamás emprendidas en este país. Y pese a sus problemas, disfruto siempre con casi todas sus películas. Si bien, por ejemplo, Las brujas de Zugarramurdi aqueja infinidad de problemas, Balada triste de trompeta se hunde en el caos tras su primera media hora y Mi gran noche peca de excesivo número de subtramas, no considero ninguna una realmente mala película. Aunque la crítica no esté de acuerdo conmigo, le considero sin duda alguna uno de nuestros mejores directores, y desde luego el más fértil. Y el 2017 ha sido uno de sus años más productivos en tiempos recientes. El bar, que por muy poco no entrará en mi listado de lo mejor del año, es tal vez su tercera mejor película, y Perfectos desconocidos, remake del filme de Paolo Genovese que ha aparecido súbitamente (a nivel mediático, por supuesto) estas navidades, ofrecía un aspecto visual competente y una premisa cuánto menos jugosa. Por ello no dudé de acudir de nuevo a la sala de cine, y agradecí haberlo hecho. Pese a no llegar al nivel de El bar, y decepcionarme ligeramente, nos hallamos ante una de sus películas más redondas en cuanto a construcción. No alcanza la profundidad que desease, pero su guión es sólido, está filmada con fuerza y sus personajes están muy bien construidos. 

Tres parejas de amigos se reúnen para cenar en la casa de Eva (una Belén Rueda mejor de lo que acostumbra)  y Alfonso (un siempre excelente Eduard Fernández) en una noche de eclipse lunar y luna de sangre. Una vez se sientan a la mesa con Eduardo (un Eduardo Noriega que es el peor intérprete de la función) y Blanca (Dafne Fernández, creíblemente inocente), Antonio (un hilarante Ernesto Alterio, que borda su repugnante personaje) y Ana (una desatada Juana Acosta), y su amigo Pepe (un estupendo Pepón Nieto), acuerdan participar en un peligroso juego: dejar sus smartphones encima de la mesa y, tan pronto como alguien reciba una llamada, comentario o notificación, compartirlo con todos los demás, de modo que puedan cenar sin guardarse ningún secreto. Conforme avance la desastrosa noche, en la que cada vez tendrán más claro lo poco que se conocían realmente, quedará más claro que esta no era una buena idea. Una comedia ácida y llena de mala uva que critica con volumen y ritmo la incomunicación e hipocresía que los smartphones provocan en las relaciones humanas. Un relato que pone la mirada en las infidelidades, las inseguridades sexuales, las relaciones paterno-filiales o los conflictos entre padres y abuelos, entre otros. Una película de único escenario y siete personajes que se centra en desmelenarlos y hacerles perder el control de sus respectivas situaciones en el proceso. Un filme, para que decirlo, notablemente dirigido y realizado, y que muestra una estupenda dirección de actores. Una película, aunque explosiva, sorprendentemente comedida para tratarse de De la Iglesia. Una que no se deja llevar por el delirio y nunca desvía la mirada de sus temas principales. Diálogo vivo y afilado que, una vez concluida la proyección, te descubre nuevos elementos o sutiles críticas de las que no te percataste durante el visionado. Una película inteligente, picarona y oscura que satiriza con inquina sobre las sombras de nuestra raza. Con respecto al punto de partida, cumple sobradamente. 

Si bien su rauda construcción eficiente impide que decaiga el interés, a la película le falta impacto y, porque no decirlo, interés en sus diálogos. Estos, allende no ser realistas, son en ocasiones planos en sus chistes y sugerencias, y descuida elementos jugosos del drama del Whatsapp para hablar de sexo, sexo y más sexo, en una película innecesariamente sexualizada. Algunos giros narrativos se ven venir, ninguno de los personajes es lo suficientemente brillante y, para venir de quién viene, la película se siente inofensiva, acomodada, contemplativa. Nada brilla, y no aporta nada nuevo a aquellos que conocemos el cine de su autor. A esta falta de sal en el guión, se suma un acabado visual que, aunque bien realizado, no ofrece estampas de excesivo interés. 

Divertida, frenética y maliciosa, Perfectos desconocidos no parodia con excelencia, pero sí que hace reflexionar mientras nos induce a la carcajada. Muy loable entretenimiento. 

  • Título: Perfectos desconocidos
  • Dirección: Álex de la Iglesia
  • Guión: Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría, basado en la película Perfetti Sconosciuti de Paolo Genovese
  • Actores: Belén Rueda, Eduard Fernández, Ernesto Alterio, Juana Acosta, Eduardo Noriega, Dafne Fernández, Pepón Nieto
  • Dirección de Fotografía: Ángel Amorós
  • Música de: Víctor Reyes
  • Estreno: 1 de diciembre de 2017
  • Duración: 96 minutos
  • Web Oficial: http://dypcomunicacion.com/prensa/perfectos-desconocidos/
  • Nota: 7,1/10

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