Ávida nos encontrábamos la cinefilia de que la película de la presente entrada llegase a las salas. Una de las producciones europeas más rentables y más populares de la temporada otoñal festivalera, y un título recibido con mucho apoyo a su vez en la temporada de premios norteamericana. Acompañada con la etiqueta de prestigio de Cannes 2020 (la edición que nunca fue, y que sólo quedará como una relación de títulos), supone el nuevo trabajo de un director de prestigio y también una nueva colaboración con un gran amigo, uno de los actores más respetados del cine de autor de los últimos quince años. Tras hacerse con un premio compartido al Mejor Actor para su cuarteto protagonista en el pasado Festival de San Sebastián, Bteam pictures hace llegar a nuestras mejores pantallas Otra ronda, dirigida por Thomas Vinterberg y con Mads Mikkelsen como estrella de cartel. Filme de fresca premisa que ha sido respaldado con entusiasmo por la crítica, por lo que servidor tuvo claro de que disfrutaría de este título tan pronto como le fuera posible para dirimir si concuerdo o no con los compañeros del gremio. No soy necesariamente un aficionado del director, pero es cierto que disfruté bastante de su anterior título con similar nivel de reconocimiento, La caza. Habiendo podido desentrañar Otra ronda, creo que sin duda es una película muy interesante que merece mucho la pena descubrir en el cine. No creo que raye al nivel de excelencia que algunos pregonan, y toma decisiones algo pobres a nivel argumental, pero es un viaje lleno de optimismo y alegría. Una experiencia divertida y viva.
Martin, Tommy, Peter y Nikolaj son un grupo de viejos amigos que viven sumergidos en el tedio y la depresión su rutina de profesores de secundaria. Deseosos de recuperar la alegría de antaño, deciden experimentar en sus propias carnes las teorías de Skårderud sobre los efectos beneficiosos de una leve tasa diaria de alcohol en sangre. Una comedia sobre el rol social que juega el alcohol en nuestra cultura y el estigma que rodea su consumo en la civilización escandinava. Una historia de reconciliación con la alegría de vivir y el reencuentro de la jovialidad y espíritu festivo en la edad adulta que propone algunas reflexiones sobre las bondades etílicas en un mundo que dispone de ellas con regularidad pero que, desde una cierta hipocresía y puritanismo papanato, no termina de aceptarlas. Un filme de intenciones un tanto cáusticas, con la muy encomiable intención de reivindicar la importancia del ocio y el desenfreno inconsciente ocasional, siempre controlada, como resorte de disfrute de un ocio necesario que debemos luchar por no alienar de nuestras vidas. Filme emotivo y, ante todo, sumamente divertido, que fluye armoniosamente con una realización habilidosa por parte de Vinterberg. Formalmente poco ambiciosa pero vigorosa en su naturalista aproximación a los personajes, con una fotografía de bajo contraste y una cámara móvil que se mantiene cerca de los personajes y captura su energía. Energía corporal que eleva las secuencias más poderosas del filme, como en su excelso final, y que emana del mayor valor de la película: el extraordinario trabajo de su cuarteto protagonista. Sus esfuerzos dan como resultado unos personajes ricos, entrañables y llenos de personalidad y expresividad en el uso de sus cuerpos.
Como crítico y analista que gusta de ser desafiado o sorprendido, no suelo digerir bien el uso de convencionalismos y esquemas habituales en los relatos cinematográficos, y es por tanto el guion lo que, de lejos, menos funciona del largometraje de Vinterberg. Pasado su ecuador se muestra complaciente, y en un giro cobarde sacrifica parte de su espíritu rebelde en aras de un impasse de purgatorio, arrepentimiento y escarnio familiar tras un episodio de desenfreno que parece que no persiga más función que aleccionarnos sobre los maldades del consumo excesivo de alcohol. Un mensaje demasiado obvio y que este filme no necesitaba, ni tampoco el arco de los personajes, que ya estaba siendo adecuadamente desarrollado. Se nos plantean en la primera parte sugerentes implicaciones científicas, y si bien se investigan no se llegan a explotar a su máxima potencia. En suma, un filme muy logrado y disfrutable pero que podría haber sido más.
Festiva, amarga y humanista, Otra ronda no profundiza en las ideas que propone pero ofrece una narración dinámica y poblada por personajes memorables.
- Título: Otra ronda/Druk
- Dirección: Thomas Vinterberg
- Guión: Tobias Lindholm, Thomas Vinterberg
- Actores: Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang, Lars Ranthe, Susse Wold
- Dirección de Fotografía: Sturla Brandth Grøvlen
- Música: Canciones de The meters, Hans Ernst Kroyer y Scarlet Pleasure
- Estreno: 08 de abril de 2021
- Duración: 116 minutos
- Web Oficial: https://bteampictures.es/another-round/
- Nota: 7,2/10
Comentarios
Néstor Juez coincide con Carlos Boyero, cosa rara, en que estamos ante un peliculón ligero, pero peliculón. Si nacemos con un deficit de 0,5 de alcohol, como se dice en la peli de Thomas Vinterberg» y nuetros insignes críticos visionaron la película con superavit etílico, a sus lectores no nos cabe más que desconfiar de su criterio o ver la peli con un gin tonic en la mano. Así pues, ¿qué tomas Thomas? Otra Ronda.