Hace ya la friolera de nueve años que Agustín Díaz Yanes no estrena una película. Y la suya ha sido una ausencia palpable, pues con apenas cuatro filmes situó su nombre entre los grandes de nuestro cine. Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto es una película extraordinaria, que fue continuada en la nada desdeñable secuela Sólo quiero caminar. Y pese a su irregularidad narrativa, Alatriste sigue siendo una de nuestras películas más espectaculares en cuanto a ejecución audiovisual. Por lo que no pude sino reaccionar con entusiasmo cuando supe que volvía con una superproducción. En concreto, la adaptación del relato corto de Arturo Pérez-Reverte, Oro; cine histórico. El reparto y equipo técnico implicados invitaban al alborozo, allende la temática amazónica. Pero pese a los poderes de Atresmedia y la expectación levantada desde hace un año, no se proyectó en ninguno de los grandes festivales de otoño, y nada se sabía sobre ella a una semana de su estreno comercial. Por lo que cuando se me dio la oportunidad de verla con antelación en un pase para académicos de la calle Zurbano (dónde el propio Díaz Yanes presentó la película), acudí con cierto escepticismo. Una ausencia de optimismo que se probó una vez más como la mejor actitud para encarar un visionado, pues me permitió disfrutar de una película ciertamente estimable. Sus medios de producción y acierto atmosférico engendraron un ejercicio de recreación histórica de superficial calado, pero bello y sensible, de innegable gusto.
A finales del Siglo XVI, el imperio español comenzaba a poner sus avasalladores pies en las lejanas tierras de las Indias. Los conquistadores Lope de Aguirre y Núñez de Balboa emprendieron una expedición con 30 hombres y dos mujeres en la búsqueda de la ciudad de El Dorado y su codiciado oro. Un largo viaje por las hostiles tierras amazónicas, llenas de indios y peligros, durante los que la codicia les hará matarse entre ellos. Un relato umbrío y sucio de soldados y truhanes. Una película de antihéroes, un viaje de escenarios frondosos y violencia constante. Una película que saca a lucir las mejores galas del cine patrio de gran producción, con un acabado visual excelente. Desde la dirección artística de Javier Fernández hasta la hermosa música de Javier Limón, que mezcla flamenco con música étnica y orquestal. Y por supuesto, sin olvidarnos de la estupenda fotografía de Paco Femenía, plagada de hermosos planos generales de vivos colores reencuadre constante, en los que los personajes entran y salen y la cámara, tan lejana como muy cercana en ocasiones, nunca se detiene. Siempre es un gusto ver a estos grandes actores patrios, como el callado soldado de Raúl Arévalo, el perverso sacerdote de Luis Callejo, el veterano soldado de José Coronado, el traidor Alferez de Óscar Jaenada o la maliciosa esposa del líder de la comitiva Bárbara Lennie. Pero todo ello no funcionaría si la película no consiguiese recrear con tino una sugerente atmósfera de tensión, humedad y sudor. La película no busca épica, ni grandiosidad, sino que trabaja un tono literario y concentrado. Un relato corto en texto e imagen, físico y crudo, desesperanzador y crítico con la figura de los conquistadores. Una película en la que no decae el interés, y que muestra con crudeza las escaramuzas a espada del filme, y concluye de una manera extraña, triste pero abierta. Una de las películas españolas más nobles de la temporada.
Oro es tan grandiosa en su forma como pequeña en su contenido. Apenas seguimos en su expedición a un puñado de personajes planos, que no van más allá de la fachada, y que no interactúan entre sí de ninguna manera ajena a la rutina. Las voces en off, de neta literalidad, aportan poco a lo que la imagen muestra, y desentonan por su farragosa sofisticación literaria. En todos los parámetros, el argumento no va más allá ni aporta nada al género que no hayamos visto ya, y en ocasiones no se pliega al movimiento de cámara, que no haya correlación en su fondo con la calidad de su forma. Y aunque sea más redonda que Alatriste a nivel narrativo, el resultado se queda pequeño con respecto al nombre de su padre, y al acontecimiento de su regreso.
Poética, violenta y sombría, Oro es una aventura que se queda en tierra de nadie, pero que no puede evitar agradar.
- Título: Oro
- Dirección: Agustín Díaz Yanes
- Guión: Agustín Díaz Yanes. Basado en un relato de Arturo Pérez-Reverte
- Actores: Raúl Arévalo, Bárbara Lennie, José Coronado, Óscar Jaenada
- Dirección de Fotografía: Paco Femenía
- Música de: Javier Limón
- Estreno: 10 de noviembre de 2017
- Duración: 103 minutos
- Web Oficial: http://www.imdb.com/title/tt5162658/combined
- Nota: 6,8/10