Money Monster – Rutinaria intriga de secuestros

En 2016, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Producida por Smokehouse Pictures, productora de George Clooney que ha auspiciado, entre otras, la delirante pero decepcionante Los hombres que miraban fijamente a las cabras, la estupenda Argo (curiosamente, la peor película de Ben Affleck como realizador) o las últimas tres experiencias del propio Clooney tras la cámara (entre la que encontramos la excelente Los idus de marzo), Money Monster, cuarta película dirigida por la talentosa actriz Jodie Foster, entronca con estas en tanto críticas demócratas a las grandes instituciones de nuestro tiempo. Sin embargo, a pesar de ofrecer un pasatiempo loable para el espectador, el filme no trasciende de mero thriller de secuestros (en la línea de la muy superior Plan oculto) en su variante más rutinaria y poco inspirada, donde todo cumple para satisfacer pero nada sobresale ni permanece en nuestra memoria. 

Lee Gates (George Clooney) es el presentador de Money Monster, un programa de Tv satírico sobre Wall Street y el mundo de las finanzas, en el que a diario da consejos bursátiles. Un día cualquiera, tras la inesperada caída del fondo de ahorros de 800 millones de IBIS Clear Capital por lo que ellos dicen ser un fallo informático en el sistema, un ciudadano humilde, Kyle Budwell (Jack O´Connell, único intérprete que se luce en el filme), se cuela en el estudio en el que se graba el programa y secuestra al equipo durante la emisión en vivo a golpe de bomba y pistola, erigiéndose en portavoz del pueblo y exigiendo explicaciones de porqué cayó IBIS, dónde él y otros tantos invirtieron todo lo que tenían siguiendo su consejo del día y ahora se han quedado con las manos vacías. Cómo bien queda claro, un tema de vigente importancia en esta década de las grandes desigualdades sociales y la vasta crisis económica. Y desde una perspectiva personal, un filme sobre los entresijos de la realización televisiva de un programa de éxito me llamaba particularmente. Y el filme logra cuajar un espectáculo vistoso y enérgico, quedando patentes los medios de los que dispone y la profesionalidad del equipo que se halla detrás. Y el conflicto humano del protagonista es potente y cercano. Y es necesario exponer en las películas como los grandes magnates de la esfera de los negocios cometen todo tipo de irregularidades legales y negocios de lucro personal con el dinero de los ciudadanos de a pie. Y como en la política, en las bambalinas de la Tv y de los medios de comunicación las cosas son muy turbias. Pero más allá de los temas de interés y de la habilidad con el ritmo narrativo, todo queda a medias.

El reparto es potente pero sus roles podían haber sido interpretados por cualquier otra persona y no habría cambiado nada, debido a lo poco destacable de estas y de la pobreza de los personajes (destacando a la realizadora-madre del programa Patty Fenn, interpretada por Julia Roberts). Ni la fotografía de Mathew Libatique ni la Banda Sonora de Dominic Lewis exceden la mera corrección. La realización sólo ofrece travellings laterales combinados con movimientos de personajes como único elemento de interés (el filme abre con una escena que introduce a los personajes llegando al plató e instalándose en sus posiciones excesivamente frenética en su planificación y montaje). Pero los defectos más graves del filme son un guión inconsistente e incongruente (cualquiera que tenga nociones de imagen apreciará los múltiples errores técnicos en los que cae el filme) y el excesivo subrayado del filme en su mensaje y en sus escenas dramáticas, con melodías que dejan claro al espectador que debe sentir y personajes que poco más o menos que nos sueltan a la cara el discurso moral y moralista que subyace: humanismo, luchar contra el sentimiento de fracaso, emprendimiento y solidaridad. 

Dinámica, truculenta y valentona, Money Monster maneja bien los resortes rítmicos de la narración cinematográfica y entretiene sobradamente, pero su historia se queda a medias y no ofrece ningún alimento que nos vaya a hacer recordarla a medio plazo.  6/10

Leave a Comment