El megaproyecto de adaptación del superhéroico grupo creado por Stan Lee en 1963 ha culminado tras seis películas que Marvel Studios ha ido confiando a diferentes directores y buscando la mayor fidelidad con los cómics de base, que ha conseguido cómo ninguna película de la factoría. Los Vengadores funciona, ante todo, como película clímax de las cinco anteriores, y el espectacular encuentro de seis personajes que tienen mucho peso individual, cordinándolos cómo grupo. Además la puerta ha quedado abierta para que vengan muchas más películas.
El filme no dedica un sólo minuto a presentar a los personajes, supuestamente conocidos por todos, y se centra en su trama, de esquema clásico(Reunión de protagonistas tras la amenaza del villano, conflicto entre ellos y unión del grupo para vencer al mal) pero eficazmente enriquecida. Sin embargo, la necesidad de meter tanta información al espectador para cuadrar la propia película consigo misma y con las anteriores (las dos horas y veinte de metraje no se hacen largas) provoca una agilidad tal que la cinta adolece de verborrea en sus compases iniciales, resultando la historia confusa sobre todo para aquellos que no hayan visto las películas anteriores (es aconsejable el visionado de las cinco anteriores, pues esta película funciona como secuela, engranaje y clímax de aquellas). Sin embargo, el contenido de la película es pobre, siendo este un ejercicio más de ingenio que de Genio. Whedon logra un espectáculo visual de primer nivel gracias a unos maravillosos efectos especiales y a la perfección del apartado técnico, manteniendo al espectador entretenido desde el primer minuto, pero la película no logra mayor trascendencia.
A una película de este tipo no habría que pedirle más que una adaptación fidedigna del cómic, unos personajes carismáticos, un malo que le haga competencia y una satisfactoria ración de tortas. Los Vengadores no logra el realismo de X-Men (resulta imposible tomársela en serio, sobre todo gracias al novedoso tono cómico, patente de manera mayoritaria en las citas de un irónico y genial Downey Jr. en la piel de Stark/Iron man) ni logra crear algo diferente y más maduro como el drama de la genial «El caballero oscuro», pero satisface con creces los requisitos previos. Los marvelitas estarán encantados con los seis héroes, todos ellos bien interpretados y con su respectivo peso (cabría destacar como posible protagonista a Iron man, y de sus compañeros merece un aplauso el trabajo de Mark Ruffalo, tanto en su sensible y matizada introducción en la piel de Bruce Banner como en su interpretación gestual para dar vida a Hulk mediante la «motion capture». Algunos de los mejores momentos de la película nos los aporta la mejor versión del gigantón verde que hemos visto en la gran pantalla). Además el villano de la función brilla con luz propia, gracias a la teatral y depurada interpretación de Tom Hiddleston, y también es competente la labor de Samuel L. Jackson y demás secundarios. Por lo demás la película adolece de los defectos propios del material original (la necedad de las frases, la moralina yanqui pro-guerra…).
No nos encontramos ante una obra maestra del Cine, y probablemente tampoco ante una de las diez mejores películas del año, pero Los Vengadores es una película interesante, un blockbuster con cerebro y una ocasión perfecta para aquellos espectadores que busquen la mera diversión.