Este curso he empezado un Máster de crítica cinematográfica organizado por la Escuela ECAM en colaboración con la revista Caimán Cuadernos de Cine. Os dejo el séptimo texto del Taller de Escritura, La sonrisa intrusiva, dedicado a analizar el plano final de la película Tomboy de Céline Sciamma. Espero que os guste:
La sonrisa intrusiva
Pocos recursos ofrece el lenguaje cinematográfico más elocuentes que el primer plano. Tan íntimos e invasivos que producen un efecto agresivo en el espectador, quedando cada vez más relegados en el cine moderno. Para cerrar su película lanzando una mirada directa al vía crucis interior de Laure, Céline Sciamma sólo podía recurrir al primer plano para concluir Tomboy (Céline Sciamma, 2011). Sin aspavientos, sin florituras gramaticales, sin desplazamientos etéreos: un encuadre fijo frontal como puerta abierta al alma.
Tan sólo se incluye en el encuadre la corteza del árbol en el que Laure está apoyada, una leve porción del campo de fondo fuera de foco y la totalidad de la cara de una Laure sumida en el desconcierto. El momento es determinante: está descubriendo ante su amada Lisa, a la que hemos podido ver en el contraplano inmediatamente anterior, su identidad de género biológica. Aquella que ha invertido los 80 minutos previos ocultando ante ella. El cariño entre ellas es ya intenso, y la revelación de que Michael era una fachada escogida ha sido interpretada por Lisa como una traición a su confianza, que Laure necesita restaurar. Y si algo aclara esta nítida imagen es que la cara es el espejo del alma. Si las palabras dicen una cosa, los gestos pueden indicar la contraria.
La frase es directa y concisa; Me llamo Laure. Una afirmación de pura determinación que, sin embargo, se emite tímida, esquiva, desde un rostro que transmite un océano de dudas. Los ojos rehúyen la mirada directa, el silencio rodea la revelación. La fusión verbal de sus dos identidades aún no hace sentir cómoda a Laure. Teme el rechazo, que esa integración tan laboriosamente conseguida se marchite. Las pupilas deambulan por el territorio en fuera de campo. Pero en los últimos segundos, Laure se permite un soplo de esperanza para el futuro: atrevida mira a Lisa, y en sus labios se traza una media sonrisa. Las caretas han sido retiradas, las barreras derruidas. Juntas pueden ya encontrarse en sintonía.
Néstor Juez
Comentarios
Excelente! Muy acertado el análisis formal visual que pone en valor y refuerza el contenido emotivo del cierre final.