La seducción – El estimulante huésped

En 2017, Cine, Críticas by Néstor Juez1 Comment

La cosecha de títulos estrenados en Cannes llega temprano esta temporada. Tras el estreno hace más de un mes en Netflix de Okja, llega a los cines la nueva película de Sofia Coppola, premiada en dicho festival con el galardón a mejor directora por la película que nos ocupa: La seducción, adaptación de la novela A painted devil de Thomas Cullinan, ya llevada al cine en 1971 en El seductor, dirigida por Don Siegel y protagonizada por Clint Eastwood. Si bien no se verá en pantallas españolas hasta dentro de un par de semanas, hace mes y medio que se proyecta en los cines de Reino Unido, por lo que se me presentó la oportunidad perfecta para poder disfrutar en cine y analizar con precocidad uno de los estrenos más esperados del otoño, y una película que desde los tráilers y posters había captado mi atención. Y una vez visionado, no debo sino recomendar un producto audiovisual imperfecto pero harto sugerente y llamativo. Si bien escabrosa, forzada y trágicamente insuficiente, su manejo de la tensión y la atmósfera de sensualidad contenida y puritanismo perverso enrarecido en un ejercicio formalmente exquisito hacen de ella una película muy gratificante de contemplar. Delicada, turbia y maliciosa. Y que prueba que veré toda película en la que participe Elle Fanning de ahora en adelante. 

Nos encontramos en 1864, tras ya tres años de Guerra civil. Una joven niña, estudiante de una escuela de chicas de Virginia que permanece en ella junto con la directora (una gélida Nicole Kidman), una profesora (una depresiva y silenciosa Kirsten Dunst) y cuatro compañeras (entre ella, una pilla Elle Fanning), encuentra en el bosque mientras busca setas un soldado unionista (un convincente Colin Farrell) malherido. Una vez desplazado al interior del señorial edificio, la directora concluye que este visitante de mal avenida presencia abandonará la casa tan pronto como su pierna mejore. Desde el primer día se desata una cortante tensión sexual entre todas las chicas de la escuela, emocionadas ante su nuevo concubino, cuya estancia se tornará levemente en una agobiante pesadilla. Una tela de araña tenue y sudorosa de intriga, deseo, dagas afiladas y estricta educación represiva, forjando el ambiente de la guerra a un escenario cerrado de batalla sexual y juego de dominación. Un estudio de personajes lento, medido y en susurrante tensión ascendente, creando tremenda tensión desde la quietud y la tranquilidad de la jardinería y las tareas hogareñas. A este ejercicio de solvencia tonal y atmosférica hay que sumarle una ejecución excelente a nivel audiovisual, de gran gusto estético. La fotografía de Philippe Le Sourd, apagada, brumosa y llena de escenas con candelabros y reflejos laterales, dota a los bellos escenarios escogidos por producción de un rico cariz de angustia y opresión, un ejercicio pictórico recargado y plagado de sombras. Pero todo ello funciona gracias al sibilino guión, a sus juguetones diálogos y a las maliciosas interacciones de su grupo femenino de personajes, de inocencia envenenada. Un relato compacto en el que el diseño sonoro, sustentado en silencios y secos sonidos ambientes, contribuyen a que el espectador esté siempre a la expectativa, más de lo que lo están historia y personajes si los aislamos de la ejecución fílmica que los gobierna. 

Si la película es un absoluto éxito formal y tonal, a nivel emocional no logra todo el impacto que debiera. La tensión sexual nunca concluye en la satisfactoria explosión que el espectador ansía (pese a cierta escena, mucho menos fuerte de lo que se sugiere en las críticas o comentarios que circulan por la red), el cierre suscita una sonrisa sin perturbar en exceso y no pocos momentos de drama o conflicto se desenvuelven de manera forzada o incluso ridículo. Su pausado ritmo y contención narrativa entretiene, pero esta mala baba, humor negro y crítica implícita concluye tras unas escenas impactantes con una sensación agridulce, de incomodidad vacua y estilo sobre sustancia. Con todo, los elementos sugeridos son lo suficientemente estimulantes para brindar jugosas reflexiones. 

Sensual, tensa, elegante y lánguida, La seducción deja inadecuadamente frío, pero ofrece suficientes elementos suculentos para ojo y cabeza. 7,2/10

Comentarios

  1. Habrá que verla y comparar con la de Clint Eastwood.La crítica muy completa bien merece el visionado. Los actores son impresionantes.

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