La guitarra flamenca de Yerai Cortés – Morder de tanto callar

En 2024, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Tanto se habla del Cine como del gran medio de narración de historias y tan poco se habla del Cine como arte que aglomera un poco de todas las otras. La simbiosis entre el séptimo arte y la música es prolífica en sus devaneos en otros formatos, pero todavía sigue permitiendo rumbos insospechados en la gran pantalla más allá de las estrategias narrativas convencionales. El caso que nos ocupa es por lo tanto interesante por lo que representa a nivel de formato y estrategia empresarial. El documental se confirma como un género más moldeable y poliédrico en sus posibilidades que la ficción, y en este caso sirve a sus dos figuras creativas principales como herramienta de marketing. Promoción audiovisual del lanzamiento del disco del guitarra flamenco que da nombre al proyecto, exhibición del músculo artístico de la productora Little Spain y primera incursión de una posible trayectoria cinematográfica para su realizador, reconocido por su labor como músico. Tras su celebrado paso por la sección de Nuevos Directores de San Sebastián se estrena entre turrones y langostinos La guitarra flamenca de Yerai Cortés , segunda incursión de Little Spain en el largo tras Esta ambición desmedida dirigida por Antón Álvarez, más conocido por su sobrenombre artístico C. Tangana. Una propuesta íntima y culturalmente rica que consigue trascender su condición promocional por la sensibilidad de su relato y su chispa para integrar música con drama familiar y retrato social. Una indagación hablada bañada de estilización fotoquímica que transpira dolor y reafirmación identitaria. Flamenco entendido desde la idiosincrasia honesta de sus etnias y comunidades.

La narración de Yerai se manifiesta en el largometraje en dos direcciones: de la música a él mismo y de él mismo a la música. La película es interpretación musical, pero este se entiende desde la disección de las raíces de Yerai, demasiado gitano para los payos y demasiado payo para los gitanos. La película indaga en dos heridas con calma pero con determinación: la distancia entre un padre y una madre que se niegan a encontrarse y la ausencia de una hermana camuflada como tía. Una divagación genealógica guiada por un Antón que, pese a su presencia recurrente ante la cámara y constante tras ella, sabe asumir un segundo plano y permitir que sea Yerai, su arte y su raigambre los que ocupen todo el protagonismo.

Una terapia familiar con esencia de barrio que sirve a su equipo creativo para proseguir con el estudio iconográfico de la cultura cañí iniciado con el proyecto de El Madrileño: planos detalle de cigarros en mano, estatuas de piedra de cementerio español canónico, cafés en mesas de madera, tablaos…todo ello capturado en película fotoquímica granulada y fotografía que, en su condición de documental, transmite espíritu de work in progress al no esconder las correcciones de toma o foco. Jugada folclórica predominantemente estética que, sin embargo, vuela alto cuando, desde sus bellos números musicales, toca hueso y conmueve.

Conexión empática con los perfiles retratados aparte, el documental no logra ni busca profundizar en más rasgos sociológicos del entorno ni en el contexto formativo de Yerai. Orbita alrededor de dos conflictos cotidianos, y la elección de momentos conversacionales en el montaje coquetea con el lugar común o el pastel sensiblero convencional. Gestos estilísticos sustentados en la pose que a muchos harán fruncir el ceño por su cercanía a la anécdota, pero que resuenan gracias a la naturalidad y honestidad que transmiten los personajes al conjugar su dolor, amargura o resentimiento. Nada revolucionario a nivel de lenguaje, y menos profuso rindiendo tributo al flamenco como los largos de Saura, pero con una comunión de estilo y sentimiento que la hacen un debut estimable.

Tradicional, juguetona y terapéutica, La guitarra flamenca de Yerai Cortés se sitúa complaciente en anécdotas, pero rebosa una naturalidad carismática que aunada con su preciosismo fotográfico dotan al debut de Álvarez de vigor.

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