El hilo invisible – Sinergia inquebrantable

En 2018, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Seguimos disfrutando una a una de las películas nominadas en los próximos Premios Óscar. Si la semana pasada fue el momento de disfrutar de la última gran obra de un Spielberg que se sigue luciendo, ahora era al turno de descubrir el último trabajo de uno de los grandes realizadores de nuestro tiempo: Paul Thomas Anderson y El hilo invisible, que cuenta con la que se dice es la última interpretación de Daniel Day-Lewis. Con la excepción de Puro vicio, la breve filmografía del californiano está compuesta de inmensas películas, por lo que la suma de su talento a la excelencia de Day-Lewis, su temática y estética invitaba a salivar. Y pese a un recibimiento inicial frío, el entusiasta aplauso crítico patrio y sus inesperadas seis nominaciones al Óscar aumentaron la expectación. Por lo que tripití en la Sala 5 de los Cines Princesa, la sala del píxel verde. No tuve la impresión de ver una obra maestra, y por supuesto tampoco uno de los mejores trabajos del realizador, pero sin duda hablamos de una producción muy notable. Su argumento y tono me mantuvieron alejado del éxtasis emocional y sensorial con la excepción de algunas escenas, pero fue imposible no admirar la delicadeza de su ejecución y complejidad de su estructura conceptual. 

En el Londres de los año 50, el diseñador de moda Reynolds Woodcock (un Day-Lewis excelente una vez más) ha logrado un gran prestigio y éxito profesional gracias a unas rutinas creativas férreas y maniáticas y un estilo de vida hermético, que aunada con la organización de su hermana Cyril (espectacular Lesley Manville) dan lugar a una empresa de primera plana. El día que conozca y se enamore de Alma (Vicky Krieps, magnética desde la silenciosa distancia), su musa y futura mujer, entrará en su vida la entropía y tensión, creándose una relación volcánica de marcados opuestos pero pasión que les une. Una película sobre relaciones amorosas obsesivas y las desviaciones psicológicas maníacas del creador perfeccionista. Un artista del hilo y el encaje que ve su control trastocado por la impredecible presencia de Alma, sencilla y cálida a la par que reservada. Salve decirlo, grandes interpretaciones de los tres personajes principales (grata sorpresa el merecido reconocimiento a Manville), extraordinario vestuario y diseño de producción y notable realización, dinámica y juguetona en su fragmentación y elección de encuadres. Extraordinaria banda sonora de Jonny Greenwood, de cuerdas y fondos instrumentales marcadamente Herrmanianos. Anderson también se encargó de la fotografía sin acreditar, y logra unas tonalidades cromáticas anegadas de reflejos del sol muy interesante, dando al filme un look clásico propio de la clase de sus personajes y su aparato formal, distinto al cine más habitual de hoy. Es drama intenso con un acertadísimo sentido del humor, que bajo este clasicismo oculta un romance hitchcockiano que coquetea con el goticismo, con presencias fantasmales, mensajes ocultos e intentos perversos de dominación cruzada. El contexto es el de la aguja, el bordado y la tela, pero el filme es la escenificación de un romance, del día a día de una relación imposible pero necesaria, una conexión profunda que va más allá de los hechos y se ancla en el mundo anímico, desarrollando un relato de confrontación de poder a poder entre creador y fin último de sus creaciones ardua pero inteligente a nivel textual, que se sigue con interés y admiración. Una delicatessen retorcida y morbosa, argumentalmente tibia pero cinematográficamente rica. Una historia atosigante en la que el inaguantable destructor sea el que termine por ser destruido, y la cordera se revele feroz loba.

Justamente esa variedad de matices y riqueza de lecturas hacen que sea este un filme difícil de interpretar en un único visionado. Sin ser aburrida, sí es larga y lenta, y su construcción no va encaminada hacia un punto claro. Y es claramente fría, distante por su seriedad. Y la continua presencia de la música de Greenwood satura en ocasiones. Y como siempre que se crean altas expectativas, es muy difícil que se vean cumplidas. Es una gran película que se disfruta mucho en el momento pero que en cuanto a la reflexión y poso posterior deja al espectador sin saber a que atenerse. El filme logra, por poliédrico, crear esa sensación de extrañeza. 

Elegante, circunspecta y pérfida, El hilo invisible es cine de alta costura y difícil digestión, pero ello no debe opacar su delicioso entramado audiovisual y su seductor relato. 

  • Título: El hilo invisible/Phantom Thread
  • Dirección: Paul Thomas Anderson
  • Guión: Paul Thomas Anderson
  • Actores: Daniel Day-Lewis, Vicky Krieps, Lesley Manville, Richard Graham, Camilla Rutherford
  • Dirección de Fotografía: Paul Thomas Anderson
  • Música de: Jonny Greenwood
  • Estreno: 02 de enero de 2018
  • Duración: 130 minutos
  • Web Oficial: http://www.universalpictures.es/es/peliculas/el-hilo-invisible-88/
  • Nota: 7,8/10

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