Europa (2017) – Intuitivo retrato generacional

En 2017, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Durante mi ameno y, en muchos aspectos, provechoso período universitario, tuve el placer de conocer a un grupo de bellísimas personas, que además de devenir en mis mejores amigos, crearon un clima de trabajo estimulante en el que me sentí cómodo y comprendido y en el que creamos interesantes proyectos. Un integrante de esta comunidad es Daniel Rincón García, transformado a día de hoy en sonidista. Durante el último par de años ha participado en múltiples proyectos, de entre los que captó mi atención su labor como diseñador sonoro de una película: un drama patrio llamado Europa, filmado hace años y dirigido por Miguel Ángel Pérez Blanco que ya concluyó su montaje en este 2017 y que pudo verse en el D´A Film Festival de Barcelona, en la Seminci o en el festival de Tesalónica o Moscú. Y, más recientemente, en el Festival Márgenes, en las salas de Matadero en Madrid. Y fue en este contexto dónde servidor y amigos pudimos verla, en compañía del propio Daniel y del equipo de la película. Película de la que nada sabía y que, pese a la vinculación sentimental, estuve dispuesto a evaluar objetivamente como filme en sí mismo, intrigado además por su premisa. Y el visionado, para bien o para mal, fue muy distinto a lo que hubiera podido esperar. La película que nos ocupa es, concedámosle eso, anómala, interesante y muy personal. Y logra algunos méritos artísticos. Pero su carencia de argumento, ritmo o personajes con algún tipo de entidad evidencian que nos hallamos ante un producto fallido, que evidentemente ha ido tomando forma sobre la marcha, sin tener una idea clara de a dónde quería llegar. 

Nochevieja de 2017. Madrid. Dos jóvenes, Álex y Lise, se aman por las calles desiertas de la urbe, esperando al momento de festejar el nuevo año. Cuando crucen un puente, se hallaran misteriosamente en la nochevieja de 1999, ansiando llegar a una multitudinaria rave en el interior de un bosque. Una película de jóvenes enajenados, aventura sensorial y divagación hipersensible, posiblemente afectados por las drogas. Un relato de sensaciones, atmósferas, incógnitas y hechizo audiovisual. Un relato que no se preocupa por una narrativa clásica, sino que pretende inundar a la audiencia en desconcierto, envolverles en una espiral de sonoridades inciertas. Los personajes cambian de nombre, apenas emiten diez líneas de texto, los planos fijos enseñan pocos elementos y no hay un orden claro de sucesos. Es una película de sugerencias, de plantear reflexiones, un proyecto de fuera de campo más que de propio campo. Un conjunto de intuiciones que, casi por accidente, ha acabado siendo un retrato generacional, un crisol de las relaciones de la generación Erasmus. Por lo pronto cabe destacar el excelente trabajo de Daniel con el diseño sonoro. Y la fotografía, pese a haber visionado una copia mal etalonada y a que sucede en su mayoría de noche, ofrece alguna estampa bonita (de entre lo poco que realmente se ve). La película, como cine experimental, tiene un valor, y con la debida paciencia se pueden sonsacar bocados jugosos de entre el tedio (sobre todo, tras asistir al iluminado, grandilocuente y jocoso coloquio que se produjo tras la proyección). Es una película que, considerando sus circunstancias, supone una hazaña en sí misma que haya podido finalizarse, y conociendo lo precario del panorama laboral español en el audiovisual, creo que todos debemos valorar el esfuerzo de las personas involucradas. 

Por muy generosos que podamos ser, la película presenta una factura hermosa pero propia de película de bajo presupuesto, carece de cualquier tipo de argumento y no tiene ritmo de ningún tipo. Resulta fácil intuir que el filme, que por contenido debería ser un mediometraje, ha sido estirado de la manera menos descabellada posible para tener la duración necesaria para ser considerada largometraje. Y aún aceptando su pretenciosidad, el difuso resultante ganaría aún más si hubiesen retirado todas las líneas de diálogo, tan genéricas y ambiguas como vacías e innecesarias. 

Pretenciosa, inane y ambigua, la elocuente Europa agradará a los amantes del cine experimental, ofrecerá algún elemento para el regocijo de los seguidores del cine de autor, y dejará fuera a todos los demás. 

  • Título: Europa
  • Dirección: Miguel Ángel Pérez Blanco
  • Guión: Luis Juanes, Miguel Ángel Pérez Blanco
  • Actores: Alexei Solonchev, Virginie Legueay, Cristina Otero, Juan Moiño, Pablo Moiño
  • Dirección de Fotografía: Michal Babinec
  • Música de: Jonay Armas
  • Estreno: Sin determinar
  • Duración: 63 minutos
  • Web Oficial: http://www.imdb.com/title/tt5154846/reference
  • Nota: 5,6/10

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