Al igual que sucede en el mainstream, el circuito de festivales y de cine de autor también proclama sus propios cineastas de moda. Es el caso del cineasta que nos ocupa, cuyo presente trabajo se esperaba con entusiasmo por ser la siguiente tras las que fue considerada por muchos (un servidor entre ellos) la mejor película del período 2021-2022. Su estreno en el Festival de Venecia de 2023 fue aplaudido por la crítica pese a ser ignorada en el palmarés, pero su estreno comercial en España se demoró casi seis meses tras la elección de Japón de no presentarla para los Óscar (en detrimento del Perfect Days de Wim Wenders). Nuestro análisis se ha demorado igualmente, pero llega el momento de sacar el bisturí con la mágica y singular El mal no existe, nuevo trabajo de Ryusuke Hamaguchi tras la excelsa Drive my car y la notable La ruleta de la fortuna y la fantasía (servidor aún tiene Happy Hour como tarea pendiente). Un título singular y de abordaje complejo dadas las anómalas condiciones de su producción y las singularidades de su formato, pero capaz de inducir a una paz del espíritu desde la precisión de las formas como pocos trabajos del año 2024. Cine de naturaleza al que su condición de película le llega de rebote, pero eleva la conversación cinéfila gracias a ello.
La inmersión en la vida del área rural y forestal de la película solo es posible desde la adaptación y aceptación de su atmósfera, su tempo y sus liturgias. Un conflicto callado en una comunidad pequeña donde el misticismo de la naturaleza circundante envuelve y hechiza. La enésima batalla entre las burocracias insensibles del progreso y la intransigencia pacífica de la tradición. Un viaje de narración escasa y fuerte preponderancia del escenario, pues la producción no nació como película, sino como álbum en imágenes: estampas preciosistas de paisaje para acompañar el nuevo trabajo musical de Eiko Ishibashi que, dada la calidad del material grabado, acabó tomando la forma de largometraje de ficción.
Batalla que brilla en esta ocasión por la elegancia y belleza plástica de la puesta en escena de Hamaguchi, así como por su talento trazando hipnóticas cadencias morosas, sensuales en su refinamiento silente. Los seguimientos distantes, las panorámicas desde vehículo, las tomas de árboles nadir, los travellings laterales, las composiciones con el blanco de la nieve…el libro de estilo de Hamaguchi es quirúrgico en su detallismo y de un virtuosismo maquinal tan digno de ser cacareado como el de tantos otros, aplaudidos en unas estéticas tantas veces poco respaldadas por su discurso de fondo (fácil es pensar en los excesos fatuos de Chazelle o Villeneuve). Mosaico adusto de escasos personajes que gradualmente llegamos a conocer de manera superficial, con la excepción de su estoico protagonista y una niña pequeña, gran punta de lanza iconográfica de la propuesta (debidamente realzada por el material promocional) que aglutina el peso dramático en su inquietante y ambiguo clímax, donde la maldad amordazada e invisible toma forma simbólica. La presencia indescifrable de lo atávico.
El discurso temático del filme es tan ambiguo y liviano que muchos espectadores no quedarán lo suficientemente satisfechos con la delicadeza prístina. La confusión vaga de su truculento clímax da al traste con la sencillez asceta de sus dos primeros tercios. Y la higiene aséptica de su fascinante puesta en escena será interpretada por muchos como impersonalidad digital. Es un filme romo en su contención, y la elegancia de su apariencia no saciará por igual a todos los espectadores. Al fin y al cabo, en muchos aspectos no es una película, pero esta parquedad sabia es para un servidor su mayor encanto. Menos es más muy a menudo en el cine, y pocas películas me han garantizado una experiencia tan inmersiva, lírica e introspectiva como esta.
Contemplativa, serena e invernal, El mal no existe se desvía de los rumbos que apuntaba Hamaguchi en sus trabajos previos pero sigue atestiguando la excelencia de su voz, abriendo senderos de hipnótica belleza audiovisual.
- Título: El mal no existe/Aku wa sonzai shinai
- Dirección: Ryusûke Hamaguchi
- Guión: Ryusûke Hamaguchi
- Actores: Hitoshi Omika, Ryo Nishikawa, Ryuji Kosaka, Ayaka Shibutani, Hazuki Kikuchi
- Dirección de Fotografía: Yoshio Kitagawa
- Música: Eiko Ishibashi
- Estreno: 01 de mayo de 2024
- Duración: 106 minutos
- Web Oficial: https://www.caramelfilms.es/catalogo/el-mal-no-existe/
- Nota: 7,7/10