A punto de iniciar el mes de febrero, y ya conocidas las nominaciones a los próximos premios Óscar, llega el momento del maremágnum de estrenos de filmes que optan a las estatuillas doradas. A falta de saborear las últimas perlas de Spielberg, Paul Thomas Anderson o Del Toro, lleva un par de semanas en las salas españolas una producción británica que opta a seis galardones: El instante más oscuro, nueva película de Joe Wright, segunda película sobre Winston Churchill en menos de un año y tercera dedicada al papel de los isleños en la Segunda Guerra Mundial. El realizador londinense atesora una trayectoria irregular pero interesante: se hizo famoso con sus notables Orgullo y prejuicio y Expiación, servidor disfrutó sobremanera con Hanna y su Anna Karenina, con todo, tenía un dispositivo formal muy jugoso. Por ello, tras la presentación en Telluride y Toronto de una película histórica de alta producción que pronto adquirió un papel predominante en la temporada de premios, los motivos por los que desear ver el filme eran evidentes. Por lo que, pese a un tibio recibimiento crítico en España, me acomodé en la sala de cine para descubrir si la película era algo más que un Gary Oldman maquillado luciéndose para cazar un óscar que ya es prácticamente suyo. Y si, lo es, pero no por ello deja de ser un filme decepcionante. Técnicamente encomiable, con desempeño excelente en los departamentos formales y buen trabajo de sus actores, pero ñoña y acartonada, de guión manipulador y propagandístico, de fácil exaltación emocional. Un resultado académico y peliculero en el mal sentido.
Estamos en Mayo de 1940. El parlamento británico, nervioso ante la inminente amenaza nazi, deciden destituir a su líder, Neville Chamberlain, y buscar un dirigente de consenso para tiempos de guerra. El único candidato viable y finalmente elegido, el veterano y testarudo Winston Churchill (un Gary Oldman en una producción dedicada a su exhibición dramática), es recibido con recelo. Conforme la batalla se intensifique y la situación en las filas inglesas se torne más trágica, Churchill mantendrá una postura impopular y arriesgada que afortunadamente se tornó exitosa: no negociar la paz con Hitler y luchar hasta el final, fuera cual fuera el coste. Un retrato del popular político crítico pero inspirador, enardecedor emocional y nacionalmente. Cine serio y académico que, sin embargo, abraza interesantes pretensiones formales. La fotografía de Bruno Delbonnel juega con planos cenitales, travellings a diferentes alturas, juegos de luces y, en suma, un aspecto visual denotadamente teatral, que experimenta con las posibilidades visuales de la ficción. Buena banda sonora, vestuario y diseño de producción, una recreación histórica fina y creíble. El maquillaje y prostéticos de Oldman son notables, y tanto él como la siempre excelente Kristin Scott Thomas, hacen un trabajo eminentemente bueno. Y tanto varias escenas por separado como su inicio son realmente poderosas, gracias a su construcción a través del montaje. Aún siendo sobrio, la película es viva en su articulación y grafismo, añadiendo un interés poco común en este tipo de propuestas.
Allí dónde la ejecución destaca es, paradójicamente, el guión y enfoque con el que se narra el jugoso relato dónde el filme naufraga. El trabajo de Oldman se adentra en la parodia, por momentos chusca, y su uso para el arengamiento populista desemboca en algunas secuencias realmente vergonzosas, como una que tiene lugar en el metro. El ritmo de la película flaquea, y el enfoque de hombres reunidos debatiendo en salas oscuras se siente poco interesante y monótono. Es una glamourización poco creíble, sensiblera, de agrado ñoño de las masas, y un relato propagandístico que busca reivindicar la importancia del Reino Unido como nación buena e importante en este momento en el que se desgajan de Europa. Oficio para la galería y el auto-reconocimiento, que no cuenta nada que no sepamos, que apela al enternecimiento burdo y no logra sino ridiculizar a Churchill.
Meliflua, teatral y tramposamente épica, El instante más oscuro es cine académico de estupenda producción y evidente solvencia en su desempeño cinematográfico, pero narración blanda y populista, más enfocada al reconocimiento y el marketing que en ofrecer un relato con cuerpo y matices.
- Título: El instante más oscuro/Darkest Hour
- Dirección: Joe Wright
- Guión: Anthony McCarten
- Actores: Gary Oldman, Kristin Scott Thomas, Lily James, Stephen Dillane, Ben Mendelsohn
- Dirección de Fotografía: Bruno Delbonnel
- Música de: Dario Marianelli
- Estreno: 12 de enero de 2018
- Duración: 125 minutos
- Web Oficial: http://www.universalpictures.es/es/peliculas/el-instante-mas-oscuro–83/
- Nota: 6,5/10