Abuela – El carisma del buen interpretar

En 2016, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Estrenada en nuestro territorio en 2015 (sorpresivamente, su fecha de producción), el pequeño filme independiente norteamericano Grandma (Abuela, caramba), escrito y dirigido por Paul Weitz, captó la atención de pocos espectadores (pasó por mi radar pero se me acabó pasando, sustituida por otros filmes) pero sí de la crítica especializada. Y habiendola por fin visionado, tamaña circunstancia me resulta totalmente comprensible. Pues si bien es cierto que su duración es muy limitada, su realización es poco relevante y su argumento es algo típico, la calidad de su guión y el nivel de sus intérpretes la elevan sobremanera de la mediocridad.

grandmaElle (Lily Tomlin) es una poeta diletante que se aproxima a la cincuentena y que acaba de dejar a su más reciente novia tras cuatro meses, la cual no ha conseguido que supere la muerte de Violet, su amante de toda la vida y la que ejerció de segunda madre de su hija. Ese mismo día recibe la visita de su nieta Sage, la cual viene a pedirle dinero, el cual necesita con extrema urgencia, pues tiene una cita ese mismo día para que le realizen un aborto de un hijo no deseado, el cual no quiere mencionar a su (soltera) madre. A partir de ese momento nieta e hija iniciarán una aventura de unas horas en constante movimiento, encontrándose con varias personas del presente y, sobre todo, el pasado de Elle, para hacerse con el esquivo dinero. La premisa nos resulta familiar dentro del indie norteamericano. Tanto como su enfoque, caracterizado por lentas melodías de piano en tono mayor y una cámara en mano de tinte realista (encuadres indefinidos y correciones de foco). Y la película en general, particularmente breve, no ofrece nada realmente necesario, pero las interpretaciones de su elenco y el carisma que desprenden sus diálogos logran un visionado ameno, tierno, divertido y sentido.

Resulta muy llamativa la manera en la que el filme va introduciendo a sus personajes, pues gracias a ellos vamos conociendo como se ha desarrollado, a grandes rasgos, la vida de Elle, y como se ha estructurado su familia. Conocemos las polémicas decisiones que Elle tomó con respecto a su descendencia y su vida amorosa que han tenido secuelas a largo plazo en la vida de su hija (una Gay Harden revolucionada y feroz ejecutiva) y de su nieta, las cuales han reproducido ciertos comportamientos, dando lugar a una interesante triáda de tres generaciones sin figuras paternas en las que se recurre a hijos a través de fuentes aleatorias y que han recurrido al aborto de una u otra manera. El personaje de Elle, dicharachera, creativa y de caracter intratable, es el núcleo del filme, y a través de él conocemos al resto de personajes que orbitan alrededor de esta abuelo, que afectados de un modo u otro por su intensa personalidad o bien no han solucionado su ausencia (un soberbio Sam Elliott) o bien han huido de ella. Y además su química con su nieta, interpretada por Julia Garner, consigue que nos impliquemos emocionalmente con esta dupla y su improbable misión.

Ante el marasmo de películas que nos llegan semanalmente en este milenio, es comprensible que este pequeño filme, de texto circunstancial, pase desapercibido entre la audiencia mayoritaria. Pero sin ser muy destacable, su carga de humanidad y drama de personajes bien hilvanado hacen de ella una muy grata perla. 7/10

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