Realmente el año 2017 e inicio del 2018 están siendo realmente extraños en lo que a difusión comercial de las películas del último Festival de Cannes se refiere. No sólo hemos podido ver la gran mayoría de las películas antes de un año de la edición, sino que por vez primera algunas aspirantes como Okja o The Meyerowitz Stories eran producciones de Netflix destinadas directamente a la distribución bajo demanda, ajena a la sala de cine. No es el caso de la película que nos ocupa pero, tras ser estrenada en septiembre en el mercado angloparlante, no verá las salas de cine en España, dónde ha sido comprada por Netflix: el drama criminal norteamericano Good Time, segunda película dirigida por los hermanos Josh y Benny Safdie. Película de bajo presupuesto que, pese a pasar realmente desapercibida a nivel popular, ha sido realmente aplaudida por dónde ha pasado. Esperaba esta película con mucha expectación, y fue toda una lástima descubrir que no podríamos disfrutarla en pantalla grande. De todos modos, tan pronto como supe de su fecha de estreno en Netflix fue una de mis prioridades, y pude visionarla apenas una semana después. Lo que me encontré, si no lleno del todo mis expectativas, sí que me sorprendió, pues saboree una de las películas más diferentes de los últimos meses. Fresca y rompedora. Una película que se ve perjudicada por su caos y excesos en el desarrollo de su aleatorio relato, pero igualmente trepidante y potente, visceral y de realista estilo.
Connie Nikas (un estupendo Robert Pattinson) y Nickie Nikas (un Benny Safdie en un difícil papel que resuelve con tremenda solvencia) son dos hermanos que viven en Nueva York. Tras un atraco fallido a un banco, Nickie, mentalmente falto, es atrapado por la policía y metido en un correcional. Seguro de que no sobrevivirá la noche, se propondrá pagar su fianza, por lo que se dispone a conseguir los miles de dólares necesarios esa misma noche. Para ello se desarrollarán una impredecible sucesión de tropelías y desventuras clandestinas. Una película de atracos y maleantes poco comunes que da una vuelta de tuerca a las convenciones del género. Una apuesta de estilo muy radical y efectiva. Planos cerrados de cámara en mano, secuencias con mucho movimiento de cámara y actores e intenso trabajo cromático. Brilla el trabajo del director de fotografía Sean Prince Williams, que baña cada plano de colores intensos, luces y reflejos. Vibrante es también la banda sonora de Oneohtrix Point Never, que avasalla el filme y nuestro oído elevando la intensidad y ritmo de lo que sucede en pantalla e implicándonos más si cabe en un devenir vibrante y muy entretenida. Grandes interpretaciones en una película pesadillesca, incómoda, representación visual excelente del caos y la entropía, filme alucinógeno y febril, de mundos umbríos, cutres y desastrados, escenarios mefistofélicos poblados por personajes brutos y patetoides, incapacitados de dar una a derechas. Una noche de delirio e incertidumbre, que además de entretenernos logra divertirnos e imbuirnos a un universo muy particular que cuestionamos cada vez menos conforme avanza la película.
Si la nula empatía y cariño que sus indeseables protagonistas y sus descerebradas acciones ya serán de por sí una barrera para muchos espectadores, una construcción narrativa que no se dirige hacia ningún punto en concreto se erige como el mayor defecto de una película analgésica, debido a lo excesivo de su vorágine. Y la credibilidad de lo que pasa, de puro histriónico y enrevesado, abandona la película en varios instantes. La película es plana y monocorde en su tono, que una vez está asumido deja de asombrar y acercándose a la conclusión, satura. Su espectacular apertura y clausura nos hacen lamentarnos del desperdicio del interesante juego que Nicky da, explayándonos durante el metraje en un desfigurado cansino y una niña negra (Taliah Webster) mal integrada en la trama que abandona la escena por la puerta de atrás.
Hipercolorista, desenfrenada y cochambrosa, Good Time no es la obra maestra que muchos proclaman, pero sí la experiencia audiovisual más desafiante y jugosa que el espectador puede echarse ahora a la boca.
- Título: Good time
- Dirección: Josh y Benny Safdie
- Guión: Josh Safdie y Ronald Bronstein
- Actores: Robert Pattinson, Benny Safdie, Jennifer Jason Leigh, Barkhad Abdi, Taliah Webster
- Dirección de Fotografía: Sean Prince Williams
- Música de: Oneohtrix Point Never
- Estreno: 11 de enero de 2018 en Netflix
- Duración: 99 minutos
- Web Oficial: https://www.netflix.com/title/80191344
- Nota: 7,6/10