Western – Forasteros germanos

En 2017, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Si una cosa positiva tiene vivir en una capital, es la rica oferta cinematográfica que uno tiene a su disposición. En la ciudad de Madrid, aparte de los circuitos principales, ofrece muchas alternativas para ver cine interesante. Una de las más jugosas es la programación del ignorado Cine del Círculo de Bellas Artes, que proyecta películas muy interesantes a bajo precio. Esta semana, entroncada dentro de su 2ª Muestra de Cine Europea se entroncaron las jornadas Lux de Cine Europeo, durante las que se proyectarán las tres finalistas al Premio Lux, que entrega el Parlamento europeo. Estas son la sensacional 120 latidos por minuto, la sueca Sami blood y la película que nos ocupa, la coproducción alemano-búlgara Western, dirigida por Valeksa Grisebach, aplaudida en la sección Una cierta mirada del último Cannes y galardonada con el Gran premio del jurado en el último Festival de Cine Europeo de Sevilla.  Por lo que si la posibilidad de ver cine gratis no es suficiente aliciente, la sorpresa de poder disfrutar de una de las sensaciones del cine de autor de la temporada meses antes de su estreno. Sin olvidar el interés por su argumento, pues motivos personales me hacen estar muy conectado con la cultura búlgara. Y gracias a mi afinidad con las sensibilidades nacionalistas europeas pude disfrutar con una película noble y harto interesante, un muy agradable visionado.  Una película cuyo argumento y dimensión le restan excepcionalidad cinematográfica, así como su desarrollo pierde fuerza en sus decisiones, pero igualmente una excelente película absolutamente recomendable y necesaria. Una obra de sutil pero densa riqueza social y cultural, y de inmensa sabiduría de géneros cinematográficos. 

Meinhard (un Meinhard Neumann de magnética presencia en pantalla) y su cuadrilla de obreros alemanes se desplazan a la campiña búlgara a realizar una obra hidráulica muy bien remunerada, situando allí un campamento improvisado con bandera en asta. A los pocos días de llegar la tensión entre los orgullosos y soberbios forasteros y los cerrados lugareños, entre los que la comunicación nunca funciona. No sólo por la barrera idiomática, sino por la diferencia económica de ambas naciones y la actitud de los recién llegados de superiores conquistadores. Tan sólo el entrañable Meinhard establecerá lazos amistosos con ambas partes, despertando recelos entre unos y otros. Tan sólo la danza y música conseguirá la amistad y unión última, no sin fisuras. Como el título da a entender, el filme es, principalmente, un interesante experimento genérico. La película, trasladando el relato a la Europa del este rural durante nuestros días, preserva en este nuevo escenario todos los códigos del western: héroe, saloon, forasteros, indígenas, conflicto grupal, caballo…hasta la conquista amorosa de la indígena. Una película que saca extraordinario partido a sus hermosas localizaciones y a la apasionante identidad cultural de la Bulgaria profunda. Y que, gracias a su naturalismo y su entrañable y misterioso personaje, logra que empaticemos con su relato, sintiéndolo cercano. Un hombre misterioso de turbio pasado que no se siente entendido entre sus iguales, y que halla en este atípico oasis un lugar que poder llamar casa, y personas que sentir como familia y amigos. Y en última instancia, el filme funciona como metáfora a pequeña escala de las diferencias culturales entre ambas Europas, a día de hoy faltas de nexos e identidades comunes. Dos mundos a dos velocidades criticados con sutileza, sin cargar las tintas ni recurrir al folleto. En suma, una película más rica por su subtexto que como filme en sí mismo. 

Puestos a buscarle tres pies al gato, si algo aleja al filme de la condición de excelente es que pasada su primera hora se espera de él algo más que no sucede. Considerando la tensión que respira cada fotograma, la película hubiera agradecido que este fuese más violento y ostentoso, en tanto pasada la primera hora y establecido la adaptación de los obreros y los lazos amistosos de Meinhard este sólo se queda en unos apuntes de tensión localista. Igualmente, es un desarrollo acorde con el realismo, pero considerando los elementos presentados un añadido más de garra y explosividad hubiera beneficiado al conjunto. Y aunque sea por mantener la coherencia con su propuesta, la subtrama amorosa es forzada e innecesaria. Cómo es habitual con este tipo de cine costumbrista, sus características les dificulta redondear un fuerte empaque. Pero aparte de estas exigencias, la película rinde a un alto nivel en muchos parámetros, desde la mayor modestia. 

Estoica, reposada y costumbrista, Western es una película pequeña y sencilla, pero tierna y reivindicable, necesaria de sacar del olvido al que puede ser relegada. 

  • Título: Western
  • Dirección: Valeska Grisebach
  • Guión: Valeska Grisebach
  • Actores: Meinhard Neumann, Reinhard Wetrek, Waldemar Zang, Detlef Schaich
  • Dirección de Fotografía: Bernhard Keller
  • Música de: Canciones populares búlgaras. Música diegética
  • Estreno: Marzo de 2018
  • Duración: 120 minutos
  • Web Oficial: http://www.imdb.com/title/tt5157326/combined
  • Nota: 7,5/10

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