Es envidiable el músculo empresarial que muestra Francia para permitir el desarrollo de tantas carreras de realizadores de interés dentro de los márgenes del cine de autor. Tanto en territorio nacional como, cada vez más, en europeo mediante la figura de las coproducciones. Allí donde tantos se fustigan por la baja asistencia del público a las salas de cine, otros optamos por regocijarnos que su pluralidad permita el estreno, aunque anecdótico, de obras tan dispares y sugerentes como el jugoso estreno de la película que nos ocupa. Allí donde otras obras descompensadas amasaban los aplausos en el último Festival de Cannes, se estrenaba de tapadillo en la sección Premiere esta película pequeña pero cargada de colmillo, que exhibía una finura con poco parangón en el cine contemporáneo. Hablamos del provocador realizador francés Alain Guiraudie, que regresa con fuerza y descaro con su sibilina Misericordia. Un silencioso y macabro filme que se sumerge en grises áreas morales manejando tonos con una sencillez inapelable. Un filme tan divertido como incómodo y desconcertante, espejo brumoso de las maldades del hombre e investigación desprejuiciada de las sendas inconfesables del deseo.

La tranquilidad de un pueblo sereno esconde vileza y maquinación entre sus habitantes, mosaico familiar de pocos personajes donde, pese a que se procure guardar el misterio, las paredes hablan. Una visita inesperada y que se alarga mas de la cuenta, a costa de la complicidad malvada de los anfitriones con el hermético huésped, detonador de pasiones larvadas. Un ambiente de aparente cotidianidad costumbrista que disecciona las mezquindades maquiavélicas de los entornos rurales, en lo que se revela como una versión más fina, contenida y subliminal de As Bestas. Hervidero callado de sexualidades latentes donde se enuncia un escabroso dilema: ¿Y si todos saliesen ganando con la muerte de un indeseable? ¿En pequeños ambientes rurales vale más la justicia o la tranquilidad de la convivencia controlada? La violencia asoma latente en cada mirada esquiva de los hoscos personajes, y cuando aflora lo hace con una crudeza y sequedad apabullante. Posiblemente la integración de la misma mas impactante e incómoda de los últimos meses de estrenos cinematográficos. Sumada la atmósfera nocturna y la extraordinaria fotografía de Claire Mathon, que brinda un puñado de secuencias forestales bañadas de borrosidad de lluvia, a la tensa y crispada banda sonora se obtiene un entramado formal mucho mas rico de lo que parece para retratar un ambiente rural desde un naturalismo lleno de carga crítica implícita.
El tono pausado, la naturaleza noctámbula del filme, su ausencia generalizada de banda sonora y el hieratismo expresivo contribuyen a que la crueldad del filme generen una sensación de rareza que impida a muchos espectadores conectar con la velada propuesta. Filme más de tesis ética y de temas desmenuzados que de dispositivos vistosos o experimentos formales, al que un puñado de escenas de graduado suspense elevan un conjunto lleno de llanos y cadencia tranquila. Su ausencia de subtramas aparatosas o desvíos de efectismo o espectacularidad alejará a muchos de la catarsis. No nos hallamos ante la gran película que muchos pregonan, pero sí ante una de visionado lleno de aristas y elementos a sustraer y sopesar.
Corrosiva, llana y perversa, los códigos formales de Guiraudie podrán dejar con ganas de más a algunos, pero la fineza crítica del discurso moral de Misericordia la hacen un visionado cargado de subtexto y sugerencia.
- Título: Misericordia/Miséricorde
- Dirección: Alain Guiraudie
- Guión: Alain Guiraudie
- Actores: Félix Kysyl, Catherine Frot, Jacques Develay, Jean-Baptiste Durand, David Ayala
- Dirección de Fotografía: Claire Mathon
- Música: Marc Verdaguer
- Estreno: 21 de marzo de 2025
- Duración: 102 minutos
- Web Oficial: https://karmafilms.es/catalogo/misericordia/
- Nota: 7,2/10
