Los osos no existen – La huida doble

En 2023, Cine, Críticas by Néstor JuezDeja un comentario

Años de visionados, análisis y descubrimientos dejan en evidencia que el gran cine no es sinónimo de virtuosismo técnico y valores de producción, sino de buenas ideas tras el proceso de puesta en escena y de convicción e ímpetu para crear imágenes sean cuales sean los medios a disposición. Cine que abre camino y encuentra la coherencia propia desde unas formas líquidas, para no por ello dejar de transmitir discursos sociales de calado. Tal es el caso del título que nos ocupa, nuevo trabajo de su veterano realizador cuya mera existencia, a nivel logístico, es de por sí un milagro. Tras recibir el Premio del Jurado en la pasada Biennale de Venecia, en cuya sección Oficial se presentó, La aventura estrena en nuestro país la persa Los osos no existen, de un Jafar Panahi que mas de diez años después sigue en arresto domiciliario. Pese a su injusto castigo censor, he aquí un extraordinario ejemplo de su habilidad para, desde el margen y ajeno a los regímenes de producción habituales, seguir filmando relatos plagados de fuerza. Tales como este, un poderoso retrato rural sobrecogedor y divertido al mismo tiempo presentado desde un dispositivo tan vivo como inspirador. Una cebolla fílmica naturalista y afilada, que muestra que el drama social iraní tiene aún muchas cosas que decir. Un viaje que aúna algunas de las estampas más desesperanzadoras del 2023.

La filmación clandestina como doble vía de escape. El cine colándose entre los resquicios de la vida, a un lado y a otro de la cámara. La grabación rudimentaria como terapia preventiva ante una sociedad del odio. Retrato certero de la faceta mas rural de Irán basculando con fluidez y ambigüedad entre la ficción y el documental. Un ejercicio de integridad política y artística que se adhiere a la filmación como necesidad sin distraerse por libros de estilo o prejuicios de producción. Un relato de capas de ficción en diálogo y reflejo constante unas con otras: el largometraje de ficción rodado a distancia por Panahi, las pesquisas y obstáculos de los actores y equipo técnico de dicha película durante el rodaje y, por último, la convivencia compleja del propio Panahi con los lugareños del pueblo en el que se esconde. A pocos kilómetros de la representación y, a su vez, incómodamente alejado. Mosaico intelectualmente convulso que brilla por su habilidad para captar realidades conflictivas en toda su tensión dramática y riqueza cultural pero sin perder nunca un particular y negro sentido del humor. Es de una eficacia sorprendente la habilidad con la que Panahi, mediante interrupciones súbitas, anega situaciones tranquilas de salvajes brotes de violencia ignorante. En su universo cinematográfico, al igual que en su propia vida, su integridad siempre corre peligro, y el abismo del odio hacia el diferente puede emerger de cualquier vértice. Los conflictos banales se tejen durante muchos minutos, y estallan entre marabuntas sin posibilidad de control. Película muy violenta donde dicha violencia toma forma en la palabra: la física, salvo en contados planos, queda fuera de campo. El lector tendrá la clara impresión de hallarse ante un filme de tema, que indaga sobre múltiples personajes en cruzadas dispares en pos de la libertad y la huida, pero posee también consistentes virtudes formales: desde un plano secuencia que no abandona a sus personajes pero modifica levemente el escenario y los elementos del encuadre a cuidadas coreografías de seguimiento de masas en largas tomas sin cortes de cámara digital siguiendo motivos circulares. Los valores de producción son humildes, pero estos no pueden ocultar el oficio, sabiduría y criterio de Panahi.

Reflexiones sobre dispositivos aparte, bien es cierto que desde la perspectiva del seguimiento argumental o la búsqueda de un tono solemne de ficción conmovedora u impactante, muchos espectadores pueden sentirse decepcionados. Es un filme que solo apabulla si se piensa, pues en su fachada exhibe, aún con la gravedad de sus temáticas, una ligereza naturalista que puede ser infravalorada si no se le presta la debida atención. Es una propuesta poco ambiciosa en sus registros plásticos y un tanto monótona en su tono, tal vez demasiado conceptual, mundana o arisca para seducir de pleno. Pero nadie podrá negar su interés antropológico, su genuina personalidad y la honestidad de su desgarro.

Insurgente, reflexiva y trágica desde el susurro, Los osos no existen ofrece un nuevo artefacto narrativo inspirado y personal por parte de Jafar Panahi, deconstruyendo su mirada sobre la marcha para retratar toda la crueldad de su realidad sin necesidad de efectismos.

  • Título: Los osos no existen/Khers nist
  • Dirección: Jafar Panahi
  • Guión: Jafar Panahi
  • Actores: Jafar Panahi, Mina Kavani, Naser Hashemi, Vahid Mobasheri, Bakhtiyar Panjeei
  • Dirección de Fotografía: Amin Jaferi
  • Música: Sin determinar
  • Estreno: 2 de junio de 2023
  • Duración: 107 minutos
  • Web Oficial: https://laaventuracine.com/los-osos-no-existen/
  • Nota: 7,8/10

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