69º Festival Internacional de Cine de San Sebastián – Día 2

En 2021, Eventos, Festival de San Sebastián, Festivales y Muestras by Néstor Juez1 Comment

Segundo día de competición donostiarra y primera avanzada de títulos fuertes en la Sección Oficial, así como de primeras incursiones en las secciones de Horizontes latinos y Nuevos Directores. Un día rico, gozoso e introspectivo, con relatos detallistas llevados a cabo desde diferentes sensibilidades generacionales. Vamos a ello. 

A primera hora se produjo un siempre deseado reencuentro con todo un maestro que es ya un habitual de este festival: el veteranísimo director británico Terence Davies y su Benediction. Seguimos a lo largo de varias décadas las andanzas, infortunios, duelos y resentimientos del poeta británico Sigfried Sassoon. Una de las voces más críticas hacia las decisiones del gobierno durante una Primera Guerra Mundial que se cobró millares de víctimas inocentes, cuyo compromiso y concienciación con la tragedia le acompañó hasta el final de unos días tan bañados de romances como plenos de amargura. Un drama biográfica que respira Davies en todos sus fotogramas, que emana y transmite una congoja, serenidad y melancolía embriagadoras. Un homenaje a las víctimas mediante la manipulación de la imagen de archivo y la declamación sentida de los poemas de Sassoon para  situarnos en un estadio emocional de duelo y respeto tan deliciosos como reconfortantes, elevados a la catarsis en momentos puntuales gracias a su unión con música clásica y melodías del folclore inglés. Si bien menos lúcida que trabajos anteriores, la puesta en escena vuelve a ser excelente, con las consabidas panorámicas, disoluciones y, en este caso, juegos con la vejez de los intérpretes. E intercalados, los tórridos romances de Sassoon con apuestos poetas y nobles que, sin embargo, nunca le darán una felicidad que siempre le será esquiva. Sin olvidarnos tampoco de los ingeniosos e hilarantes diálogos de su guion. Es tal vez un filme de metraje demasiado dilatado, que atraviesa tramos de empaque farragoso. Pero quedan tan compensados con sus brillantes aciertos que no puedo sino recomendar con entusiasmo la que, por ahora, es la gran película de esta Sección Oficial. 

De seguido nos adentramos en mi primera propuesta latinoamericana del festival: Camila saldrá esta noche, segunda película de la argentina Inés Barrionuevo. Debido a la mudanza de su madre, y recién aquejados por una pérdida familiar, la reivindicativa adolescente feminista Camila se inscribe en un nuevo colegia de estrictas normas con respecto a las manifestaciones políticas. Tras unos primeros días de hostil adaptación, llegará una intensa etapa de nuevas amistades, conflicto y deseo. Una mirada naturalista e íntima a las interacciones y cortejos de un grupo de jóvenes, así como un retrato bien definido de la poderosa Camila, cuya mirada desconectada de su entorno se transmite a través del lenguaje visual de la realización. Un filme bien dirigido, con un reparto convincente que se maneja con destreza con un texto que se siente vivo y honesto. Acierta a su vez el filme al capturar la pasión y ebullición de feromonas entre estos cuerpos ansiosos de liberarse. Camila es una luchadora convencida del movimiento feminista, y su discurso de protesta, en reflejo a las mareas verdes, no siempre se hibrida con el argumento de materia orgánica. Este porcentaje de alegato y soflama resulta pertinente, pero el filme seguramente hubiera resonado más sin el que tal vez sea un pegote para ayudar a su selección en festivales. Y a su vez, los conflictos dramáticos atraviesan situaciones cercanas al estereotipo. Aún con eso, un muy estimable retrato generacional sencillo y atento. 

Nuestra primera aventura en Horizontes latinos fue con la coproducción suizo-argentina Azor de Andreas Fontana, que ya comenzó a ver su gestación en el V Foro de Coproducción Europa-América latina y se presentó en la sección Encounters del pasado Festival de Berlín. Años 70, dictadura argentina. El banquero suizo De Wiel vuela a Buenos Aires para indagar en los inquietantes rumores que le han llegado sobre el destino de su socio. Durante los próximos días protagonizará una serie de intensas negociaciones y aviesas manipulaciones económicas en la sombra. Un thriller de espionaje malicioso y elegante, lleno de inquino, personalidades mezquinas y tensión perversa. Una propuesta conceptual, de retazos, de juego con la carcasa del cine de mafiosos, capaz de invocar con fuerza una densa atmósfera de cine negro. Una intriga no exenta de sátira hacia los niños pijos argentinos y las hipocresías de las cenas, guateques y contiendas envueltas de formal reunión de hombre trajeados. Una película en la que apenas suceden acciones, prácticamente apoyada por entero en la palabra y que, sorprendentemente, funciona. Sus conversaciones y su aparato formal la bañan de un estilo refinado que supone un deleite contemplar. Es innegable que su capacidad de resonar en el tiempo será limitada, y peca de la rigidez artificiosa propia de los debuts, pero se trata de un trabajo realmente valioso. 

Proseguimos la tarde con la coproducción turca de Nuevos Directores Entre dos amaneceres, debut de Selman Nacar que ganó el WIP Europa del año 2020. Después de un desafortunado accidente laboral en una empresa textil, Kadir y el resto deberán tomar decisiones en espacio de horas a nivel judicial y económico que incurrirá en dolorosos dilemas morales. Una película desgarradora, de tempo y pulso demoledor, una verdadera sorpresa. Un drama contundente y bien armado, que sorprende que proceda de las manos de un debutante (que también, todo sea dicho, ha estado muy bien asistido). Una descripción malsana de la frialdad feroz de las altas instancias de los entornos laborales para con los trabajadores del eslabón más débil y enfurece como sólo saben hacer las buenas películas. Un trabajo que con detalle da en la diana representando el calado humano de varios de los sujetos permitiendo que se cuelen en el filme sus banales actos cotidianos en instantes de urgencia extrema. Una odisea a contrarreloj en la que su protagonista descubre de la manera más dura la falta de empatía de su familia, y que a través de este viaje nos permite también conocerle y también introducir rasgos de la identidad cultural de esta comunidad. Sin ser tampoco especialmente impactante, la realización del filme es impecable, sostenida en tomas largas que recogen las conversaciones enteras, primeros planos y seguimientos incesantes. Un trabajo que no descubre la pólvora, pero que como carta de presentación no puede ser más impactante. 

También en Horizontes latinos encontramos la argentina Jesús López, de Maximiliano Schonfeld. Tras la trágica pérdida de un joven y querido piloto de carreras, su primo Abel se empapará de sus destrezas y atributos para rendirle el homenaje que se merece. Una anómala y original historia de afecto rural, duelo y sorprendente encarnación. Un filme extravagante y ligero que muestra cómo el afectado Abel, a través de la apropiación física de objetos y hábitos, desea ser Jesús López. Una película que guarda afecto por sus personajes, rezuma candor y comprensión y retrata con lujo de detalles una pequeña comunidad de pasión por el motor muy distinta a cualquiera a la que pudiéramos estar acostumbrados. También es cierto que hablamos de una película intrascendente, de escasísimo interés. Tan entrañable en el durante como fugaz en el después. 

Se presentó en la sección Perlas uno de los títulos de la Sección Oficial del pasado Festival de Cannes: la belga Un amor intranquilo, de Joachim Lafosse. Inmersión en unos pocos días de la vida de Damien, Leïla y su hijo Amine en una casa campestre. Damien, pintor se encuentra imbuido de presión en su intensa etapa de creatividad al pincel, y pronto quedará desvelado que toda opción de paz, estabilidad y sosiego en esta familia está llamada a ser un espejismo. Una propuesta cuya cámara, de cariz realista en su manera de desplazarse, se ata a los personajes, siendo estos todo lo que puebla la película, y les sostiene en planos cerrados de larga duración. Con un enfoque lumínico naturalista les seguimos en su intimidad más directa, y paulatinamente comprobamos a través de sus actos que algo no marcha como debería. Es todo un acierto la manera que tiene el filme de tratar los trastornos bipolares, sin morbo ni tremendismo, captando las acciones identificativas de la demencia en toda su magnitud pero sin subrayar nada. Un drama directo sin vías de escape de intérpretes en estado de gracia que no toma partido y muestra los dilemas, tropiezos y batallas internas y externas de cada miembro del triunvirato. Un entorno donde se ama y se ansía la compañía, pero en la que los términos en los que se producen nunca son recíprocos para todos los interesados. Es cierto también que siempre acabe esperando algo más del filme, un tanto unidimensional en los niveles expresivos de su puesta en escena y en el alcance de sus líneas de discurso. Opta por el desgarro crudo, y en este ámbito funciona con resultados muy encomiables.

Un gran y sorprendente segundo día, lleno de miradas sensibles, dramas solemnes, intrigas sofisticadas y descarnadas tragedias que suponen una buena carta de presentación de muchos nombres poco contrastados. Esperemos que el nivel no decaiga en los próximos días. 

Comentarios

  1. Apabullante: primer crítico que se mete al cuerpo 10 largometrajes en dos jornadas y vive para contarlo. Le concedemos el título Concha Crítica al analista más pertinaz. Oh Néstor, Ojo Ávido de Cine, continúa tu hazaña cinéfila y sosieganos con tus críticas detalladas

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