Comanchería – Praderas sin rey

En 2017, Cine, Críticas by Néstor Juez1 Comment

El 2016 ya concluyó. Llegó por tanto el momento de echar el cierre a la cosecha cinematográfica del año. A punto de preparar la ya clásica entrada de enero en la que selecciono mis películas favoritas del año; que en esta ocasión será más grande que nunca debido a la ingente cantidad de películas vistas, disfruté en el cine de una de las obras que no podía faltar en mi revisión: una de las películas más aplaudidas del año, que tras verse en Cannes en Mayo y estrenarse en EEUU en verano, llegó a nuestras pantallas el 30 de diciembre. Finalmente pudimos disfrutar, como es debido, de este western contemporáneo de ladrones de bancos y praderas arrebatadas a sus dueños. Y la experiencia cinéfila fue apasionante. El realizador David Mackenzie ha facturado una película que gracias a su medido y sutil guión, una acertadísima descripción de personajes, estupendas interpretaciones y una espectacular realización logran un espectáculo de primer nivel sin taladrar el intelecto para ello. 

Hell-or-High-Water-still-2En las desoladas praderas del este de Tejas, dos hermanos; el padre divorciado Toby (Chris Pine  con excelentes matices faciales y notable contención) y su rebelde y ex-convicto hermano Tanner (un entrañable Ben Foster) inician su plan de desempeñar robos de pequeñas sucursales bancarias del Texas Midlands Banks a las poco concurridas primeras horas de la mañana. Su plan persigue obtener una cantidad determinada saqueando un puñado de estas sucursales a lo largo de unos pocos días. Pero el carácter apasionado e incontrolable de Tanner les llevará a salirse de lo pactado y corres riesgos altos, lo cuál facilitará la búsqueda de la dupla de rangers de Tejas formada por el avispado Marcus Hamilton (un estelar Jeff Bridges que se come cada escena en la que sale) y el tranquilo Alberto Parker (Gil Birmingham). Una película policíaca, de ladrones y justicieros. Una historia de aquellos que se toman la ley por su mano, en parajes sórdidos, sin esperanza ni holganza. Una historia de personajes, afinadísimos en este caso. No sólo bien interpretados, sino muy bien descritos, gracias a un excelso guión de Taylor Sheridan, que sabe en que dosis darnos la información necesaria para saber de ellos en cada momento, y cómo conocerlos gradualmente a través de sus acciones e interacciones. Una música superlativa de Nick Cave y Warren Ellis, que combina composiciones de cuerda con temazos country que hipnotizan al espectador. Pero sobretodo lo que eleva a la película por encima de su argumento es la fotografía de Giles Nutgens y su espectacular realización y planificación audiovisual. La cámara de Mackenzie no deja de moverse, reencuadrando constantemente de arriba a abajo, de izquierda a derecha, en una sinfonía de travellings y planos de grúa; planos generales de paisaje y tomas de acercamiento a coches en marcha, logrando secuencias de acción frenéticas y una fluidez absoluta del relato, gracias a un montaje histérico pero coherente, en un orgásmico ejercicio de chulería cinematográfica. 

Bien es cierto que el argumento no tiene más implicaciones que las ya mencionadas, y los conceptos sobre los que orbita el filme se muestran al espectador desde el principio, en un ejercicio donde nada queda en el plano de lo subliminal y la relación texto-imagen subraya con evidencia un relato escueto y poco ambicioso a nivel temático. El paisaje que fue arrebatado otrora a los indios y ahora a los yanquis por sus propios bancos es un personaje más de presencia icónica inolvidable; genialmente encuadrado en gloriosos planos, pero este alegato de la pobreza es una reiteración, graduada narrativamente, en búsqueda de un clímax que corte la tensión del impacto de sus primeros minutos.

Poética, esperanzadora y humana, Comanchería es, como ya lo fuera No es país para viejos o Los tres entierros de Melquíades Estrada, uno de los mejores ejemplos de western traído a nuestros días, recuperando vigencia mientras pone su apabullante cámara al servicio de los luchadores del día a día. 8/10

Comentarios

  1. Me encanta este critico de cine.Por su profunda revision de la película en todad sus facetas y por su esmerada redacción.

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