71 Festival Internacional de Cine de San Sebastián – Horizontes latinos

En 2023, Eventos, Festival de San Sebastián, Festivales y Muestras by Néstor JuezDeja un comentario

Proseguimos con nuestra cobertura de la semana donostiarra deteniendo la mirada en aquella sección que da voz a aquellas vertientes de cine en mayor crecimiento en el panorama presente del cine de autor: Horizontes latinos, oportunidad para ponerse al día con las novedades mas llamativas de la cosecha festivalera de ultramar y representación de la cohesión entre mercados de lengua española reunidos en el festival vasco. Lamentablemente, en esta ocasión la estancia en el festival fue la más breve del último lustro, y esta sección fue la más perjudicada por ello. Pero esto no fue óbice para poder descubrir algunos títulos sugerentes que jugaron roles secundarios en la gira de festivales y, lamentablemente, han recibido estrenos comerciales en salas anecdóticos o inexistentes. Contribuiré pues, humildemente, con mi granito de arena para revertir esta triste situación.

Desde Chile llegó una de las propuestas más desconcertantes y poliédricas del festival, que ya fuera recibida con aplausos en la Un certain regard de Cannes 2023: Los colonos, dirigida por Felipe Gálvez Haberle. Una mutable, crispada, puntualmente grotesca y finalmente inquietante reflexión sobre los genocidios raciales masivos en la Patagonia chilena del S. XIX. Filme de aventuras cargado de humor negro y rasgos tonales y visuales de western, con un cierre ambiguo pleno en suspense y una fuerte carga de subliminal crítica política en sus tejemanejes palaciegos entre veteranos militares. Propuesta manierista, de virtuoso y saturado vocabulario estético. Fotografía de colores vivos, intrusiva música de honda solemnidad y aprovechamiento plástico de la fuerza de los indómitos parajes de la ficción. Un título mas para engrandecer la leyenda turbia de Alfredo Castro (plétora de personajes despreciables atesora a sus espaldas), que logra siempre mantener al espectador en vilo e incómodo por la maldad humana aún incluso en sus primeros compases de cine de aventuras. Lo debe todo a su estilo y a la pluralidad jugosa de su tono, sí, pero que al fin y al cabo ofrece mas indicios que hallazgos, particularmente en su misterioso pero anticlimático cierre. Película sorprendente que toca hueso alejada del didactismo, pero que en su cripticismo histriónico desconectará a más de uno.

Proveniente del Festival de Sundance se encontraba el segundo largometraje de un cineasta que ofreció en su ópera prima una de las obras más potentes de la Sección Oficial de la edición del 2019: Heroico, regreso del mexicano David Zonana tras Mano de obra con Michel Franco en la producción. De nuevo una propuesta con un fuerte discurso de clase, estructura en este caso alrededor de los infames mecanismos de la estructura militar mexicana. Descripción precisa del proceso de derrumbamiento y doma psicológica de un adolescente a convertir en sumisa y despersonalizada máquina de matar, planificada en largas tomas de seguimiento y representación frontal y sórdida de la violencia legitimada por el estado. Un enfurecedor, intenso y absorbente análisis de un entorno de anulación psicológica, puntuado por secuencias de abstracción que recalcan la influencia del símbolo como yugo que unifica bajo sus alas a muchachos sin autonomía. Discurso claro pero, en su desarrollo, un tanto simple, conformista con el uso de la violencia como golpe de efecto e incomodidad por decreto sin encontrar vías expresivas ni crecimiento en su uso de la violencia. Experiencia por tanto plana, y rota alrededor del abuso sin llegar a pensarlo demasiado. Queda por ello en un ejemplo de filme que no mejora el interés de su punto de partida, y queda a medio camino de alcanzar la fuerza discursiva de Mano de obra.

Después de ser recibida con entusiasmo crítico en la Sección Oficial de la Berlinale 2023, se integró en la sección otra segunda película mexicana: Tótem, nuevo trabajo de Lila Avilés tras la interesante La camarista. Mosaico familiar en localización única que afronta el duelo con un contagioso vitalismo lúdico, pero sin por ello perder el respeto a los personajes presentados. La contrapartida latina del cine de Carla Simón, así como de otros exponentes del cine neorrural español, pero desde una perspectiva menos afectada y mas ligera y naturalista. Humor costumbrista y descripción detallada de un extravagante ecosistema familiar lleno de animales, miembros de distintas edades y condiciones sanitarios y, en el corazón del entramado, la mirada pura de una niña. Un ejercicio de sensibilidad que destaca por la delicadeza con la que esparce las pinceladas relevantes de información sin subrayar el conflicto ni recurrir al histrionismo. Del mismo modo que no cae en aleccionamiento, su ligereza tonal conlleve que la experiencia sensorial que ofrece Tótem resulte frugal. Conforme se revela gradualmente el conflicto trágico, el filme se disuelve recurriendo a la baza lacrimógena. Sugerente cambio de tercio frente a la sequedad de La camarista, pero en lo que a riqueza expresivo del estilo audiovisual de ambas Lila Avilés sigue sin romperla.

Una somera e insuficiente demostración de lo que esta sección en crecimiento tiene que ofrecer, con diferentes géneros y latitudes y exponentes de la buena salud de trayectorias creativas de voces consistentes, pero con menos fuerza que en sus primeras manifestaciones. Horizontes latinos peca en ocasiones de incurrir en gastados vicios morbosos de cine de autor miserabilista, pero en esta ocasión permitió intuir un panorama variado con margen de crecimiento. El tiempo confirmará o desmentirá estas sospechas.

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