71 Festival Internacional de Cine de San Sebastián – Apertura: El chico y la garza

En 2023, Eventos, Festival de San Sebastián, Festivales y Muestras by Néstor JuezDeja un comentario

Por séptima vez, en esta web se realizará una cobertura completa del Festival de San Sebastián, que en su septuagésimo primera edición tendrá lugar desde el día 22 hasta el 30 de septiembre. Como apertura de esta edición el equipo de programación ha escogido, fuera de competición, uno de los platos fuertes de las novedades de otoño, y a su vez la que probablemente sea la mejor inauguración que ha visto el festival en años: El chico y la garza, el nuevo largometraje de animación (y presumiblemente el último) tras diez años de silencio del maestro japonés Hayao Miyazaki. Una película que no tiene el equilibrio o el último impacto emocional de sus mayores obras maestros, pero que supone todo un acontecimiento emocionante de presenciar en una sala de cine de la talla del Kursaal 1, y un arrebatador ejercicio de animación artesanal y maestría narrativa para la articulación de los viajes mágicos que desborda estéticamente y contiene un trasfondo emocional genuino que permite resonar de trascendencia todas sus capas de ficción. Una suerte de Laberinto del fauno a la nipona, que aúna la densidad dramática de La tumba de las luciérnagas con el torrente de imaginación de El viaje de chihiro. Sobria, perturbadora y lírica y experimental a un mismo tiempo. Una película que invitará a muchos visionados para captar todas las implicaciones estéticas de su mitología, y con potencial claro para devenir obra de culto con los años.

Ante el dolor de la guerra y la incertidumbre ante las convulsas transformaciones familiares, la fantasía es el refugio del niño protagonista. Pero aún con sus amenazas, recovecos y maravillas, es puro reflejo del mundo que abandona, y comparte con él su monstruosidad y su crisis de descomposición. El desmoronamiento es inevitable en todas las instancias espaciales, y la herida maternal y la congoja psíquica no tiene mas remedio que la determinación de uno mismo. Las personas y elementos cotidianos que rodean a Nahito en su nuevo hogar tras la mudanza con su padre después de que la guerra devaste Tokio, las cuales rodean a un muchacho circunspecto que no acaba de superar la pérdida, toman formas diversas por los diferentes mundos que atraviesa en su aventura, pero siempre le acompañan y protegen. El mundo natural, a través principalmente de las rocas o de las temidas aves (sorprendente el trauma de Hayao hacia pelícanos o periquitos), emerge como gran protagonista y mayor perjudicado, poblado de violencia ancestral y necesitado de cuadratura cósmica para evitar una destrucción que acompañe las desgracias de la guerra que asolan el Japón de los 40. Múltiples estadios de mundos fantásticos separados por diferentes planos astrales, todos ellos encerrados en una torre a los que sólo pueden acceder aquellos que escuchen la voz, guiados por una temible garza (posterior alivio cómico) que esconde un narigudo en su interior. Un viaje con capacidad de mutar al drama trágico de gravedad contenida de su soberbio inicio, con técnicas de animación que recuerdan a El cuento de la princesa Kaguya, a la aventura mágica frenética y escapista, sin perder en su abanico de tonos que apelan a grandes y pequeños una fuerza artística apabullante. El chico y la garza es violenta y meticulosa respetando las pausas para ritos y tradiciones (desayunar, tomar un té y preparar un arco y una flecha mágicos), llena de imaginación y con carga lacrimógena sin llegar a ser cursi. Ecologista y crítica, pero con espacio para la esperanza. Su segunda hora no resulta tan calibrada en su frenesí y en el torrente desquiciado de escenarios sobrenaturales, pero poder ver en cine una producción tan deslumbrante en su diseño de mundos, firme trazo gráfico y mimo animando desplazamientos y brisas, es una experiencia cinematográfica tan viva y abrumadora que compensa todo traspiés. Acompañada, además, de una de las mejores bandas sonoras de Joe Hisaishi: vibrante, trágica y sensible.

Clásica, intensa, trágica y de desbordante creatividad liberada, El chico y la garza engrosa en la lista de grandes películas del magistral realizador de Studio Ghibli, así como se erige en conmovedora despedida de uno de los grandes creadores que el cine ha visto, al que sin duda echaremos mucho de menos. Erice, Miyazaki, Moretti…emocionante año de despedidas nos está deparando el 2023. E inmejorable manera de comenzar diez días intensos de cine.

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