Tras un mastodóntico fin de semana de expectativas cumplidas y audiovisual de exigencia, llegó un lunes 24 de septiembre de sorpresas y de irregular reparto horario de proyecciones, en la jornada con producciones más diferentes entre sí, así como distintas a lo que vendría antes y después. Una jornada con una de las películas más divisivas de la Sección Oficial, una de las más inesperadas por estilo del festival y la mayor sorpresa de la semana. Un día único. Permítanme explicarlo.
El pistoletazo de salida llegó a las 09:30 en la primera fila del Victoria Eugenia con una de las películas más peculiares de la Sección Oficial: El cuaderno negro/Le cahier noir, dirigida por la lusa, editora y viuda de Raoul Ruiz. La Francia del Siglo XVIII experimenta el ocaso y último capítulo de su nobleza, a punto del estallido de la Revolución Francesa y la llegada de Napoleón. Un huérfano de diez años y su criada italiana desarrollan un intenso romance incluso tras su separación temprana y años de crecimiento, madurez y vida en separado. Esta historia de intrigas y líos palaciegos se desarrolla durante décadas entre Roma, París, Lisboa o Londres. Cine extremadamente clásico, diríase trasnochado y una locura para proponer y llevar a cabo en un panorama cinematográfico que nada tiene que ver en sus preceptos narrativos y formales, suponiendo un ejercicio de estilo que es un vestigio de un cine que ya no se hace. Un folletín novelesco, culebrón reposado de tazas y pelucas. Una película honesta consigo mismo y con su dispositivo, que muestra un argumento rico en sucesos y personajes que no cesa de moverse. Pero estas virtudes son literarias, y no son trasladadas con energía ni personalidad a la gran pantalla. Es este un filme acartonado, absolutamente lejano a cualquier tipo de pulsión de realidad. Cine óleo, de un estilo visual de planos eternamente fijos, frontales, enfocados y con focazo de luz sobre caras y vestidos que a un servidor se le atragantó por completo. Que en un lenguaje tan rico como el cinematográfico se opte por una apuesta tan escasa en sugerencias o capacidades expresivas nos resulta de una pobreza incomprensible. Una aproximación del gusto de la crítica más cerebral y ceñida al concepto que se aleja por completo de los fines últimos que una buena película logra: emociones fuertes y espacio en el recuerdo. He aquí un filme frío, que por sus tempos y manera de presentar la narración fue incapaz de producirnos interés en su relato, por mucho empeño que pusiéramos. Una de las películas que menos nos agradó de toda la semana. No produce radical rechazo, ni fervorosa admiración, tan sólo indiferencia.
- Título: El cuaderno negro/Le cahier noir
- Dirección: Valeria Sarmiento
- Guión: Carlos Saboga, basado en el libro de Camilo Castelo Branco
- Actores: Lou de Laâge, Stanislas Merhar, Niels Schneider, Jenna Thiam, David Caracol
- Dirección de Fotografía: Acácio de Almeida
- Música de: Jorge Arriagada
- Estreno: Sin determinar
- Duración: 103 minutos
- Web Oficial: https://www.imdb.com/title/tt7490368/reference
- Nota: 5,8/10
Nos apresuramos para superar el mal sabor de boca retornando a la sala 3 de los Cines Príncipe para ver a las 12:00 otra perla: la rusa Leto, que compitió en la Sección Oficial de Cannes. 1981, Leningrado. La escena punk y rock se agita a nivel internacional, con poderosas nuevas voces. Y grupos como el de Viktor Tsoi, que durante la formación del Leningrad Rock Club entabla relación con el veterano rockero Mike Naumenko y su mujer Natalia. Una película vibrante y emotiva, que logra el acierto poco común de no ser una película sobre rock, sino una película rock, que integra dicho estilo en su forma y estilo para darle a la película una seductora forma. Película, como no, inspiradísima en el uso de las míticas músicas que escoge, y excelente en el plano de la realización, en constante movimiento, realzada por una bella fotografía en blanco y negro. Y no destacan los conciertos, sino las secuencias musicales de tinte onírico, así como los diversos usos que en la película se le da al grafismo y a la utilización plástica de las letras de las canciones. Bien es cierto que los personajes nunca llegan a tener carisma, su trama de amistades y vida grupal es un tanto inane y el romance cruzado entre los tres personajes previamente mencionados no tiene mucho interés. Si bien se mueve rauda en el plano visual, a nivel de relato es una película estática. No es un filme extraordinario, pero sí de los más poderosos de la semana. Quizás la película más infravalorada del último Cannes.
- Título: Leto
- Dirección: Kirill Serebrenikov
- Guión: Lily Idov, Mikhail Idov y Kirill Serebrennikov
- Actores: Teo Yoo, Irina Starshenbaum, Roman Bilyk, Aleksandr Kuznetsov, Filipp Avdeev
- Dirección de Fotografía: Vladislav Opelyants
- Música de: Temas rock de los 80
- Estreno: 16 de noviembre de 2018
- Duración: 120 minutos
- Web Oficial: http://www.avalon.me/distribucion/catalogo/leto
- Nota: 7,3/10
Tras una grata comida y un poco habitual espacio de descanso volví, esta vez sólo, a la sala 3 de los Cines Príncipe para ver otra de las propuestas de la sección de Nuevos Directores: la rusa The core of the world/Serdtse mira, que nos atrajo por su temática animal. En una granja rural del interior de un espeso bosque ruso, el joven Egor trabaja de veterinario, cuidando de perros y zorros, sirviendo estos como instrumento para adiestrar a los primeros para la caza. Emocionalmente inmaduro, tiene una relación tormentosa con su madre y jefe, hallando mayor apoyo emocional en el mundo animal que en el humano. Y sus demonios personales tornarán en crisis y rabia cuando un grupo de activistas procuren captar imágenes que les permitan argumentar la necesidad de cerrar la granja. Drama seco y duro, de interpretaciones a corazón abierto, sin guarecimientos emocionales, seductora en el plano visual por las localizaciones escogidas y la manera de filmar a los animales que Meschaninova escoge. Filme que transmite el dolor y muestra un cutrerío vital propio de las rutinas de granjeros del estilo. Mirada amarga, también, a la endogamia. Y que escoge una diégesis y un tema poco comunes en cine y harto atractivos. Endogamia y conflicto familiar. Si hay un entendimiento de los ritmos cinematográficos, el planteamiento de realización es un poco anodino, y a nivel narrativo su guión no va a ningún sitio claro. Le falta mucho en todos sus parámetros para ser redonda. Una película estimable, de lo más logrado de una sección de filmes irregulares, de fisicidad marcada, pero que no nos da suficientes elementos para arraigar en el imaginario.
- Título: The core of the world/Serdtse mira
- Dirección: Natalya Meschaninova
- Guión: Natalia Meshchaninova, Boris Khlebnikov y Stepan Devonin
- Actores: Stepan Devonin, Dmitriy Podnozov, Jana Sekste, Vita Odkov, Ekaterina Vasilieva
- Dirección de Fotografía: Evgeny Tsvetkov
- Música de: Alberto Iglesias
- Estreno: Sin determinar
- Duración: 124 minutos
- Web Oficial: https://www.imdb.com/title/tt8845840/reference
- Nota: 6,4/10
Tras media hora de reflexión, visionamos a las 19:00 en el Principal una de las películas por las que servidor tenía más curiosidad por ser una de las decisiones más extrañas para una Sección Oficial de este tipo: la británica In fabric, del director de género británico Peter Strickland. Invierno en Londres, superpobladas rebajas en uno de las más grandes y prestigiosos almacenes de ropa, poblados por inquietantes asistentes y un lóbrego manager (personajes góticos, vampíricos). Sheila, humilde madre soltera trabajadora de asistente en un gran empresa de apoyo al público, decide comprarse en dichos almacenes un hermoso vestido rojo para deleitar a su próxima cita. Tan pronto como se lo ponga, sucesos inquietantes y paranormales empiezan a suceder a su alrededor, y en el entorno de todos aquellos que heredan el susodicho vestido. Un ejemplo más del cine manierista y juguetón de Strickland, que tras tener apuntes de esto sus películas previas apuesta aquí por un giallo de manual en su aspecto visual y más desatado y esperpéntico que nunca. En esta ocasión, con un marcado tono bufo que la hacen hilarante, un enfoque burlón de un filme que no se toma nada en serio a sí misma que le viene como un guante. Una propuesta más propia de Sitges o la Muestra Syfy que sorprende que esté en esta Sección Oficial, en una muestra más de la valentía de Rebordinos y compañía al programar propuestas tan variadas y heterogéneas. Filme retro, de colores rojos saturados y música de sintetizador, un bombardeo visual de imágenes de televisión y secuencias pesadillescas que tiene más trasfondo del que parece. Bajo esta comedia guiñolesca yace una crítica a las políticas de comportamiento de las macroempresas inglesas que aunque se halle exagerado puedo corroborar, por mi reciente pasado, que no están muy lejos de la cruel y deleznable realidad. Una película, que duda cabe, burda y absurda, con dos partes descompensadas y larga de más, con problemas claros al concluir. Una sátira capitalista que mira al cine de Serie B y que sin revolucionar a un género que ya floreció en los 70 fue uno de los episodios más refrescantes de la semana. Disfrutamos con ella como niños.
- Título: In fabric
- Dirección: Peter Strickland
- Guión: Peter Strickland
- Actores: Marianne Jean-Baptiste, Hayley Squires, Leo Bill, Gwendoline Christie, Sidse Babett Knudsen
- Dirección de Fotografía: Ari Wegner
- Música de: Cavern Of Anti-Matter
- Estreno: Sin determinar
- Duración: 118 minutos
- Web Oficial: https://www.imdb.com/title/tt7464188/reference
- Nota: 7,1/10
Saliendo pies en polvorosa conforme salió el primer crédito del filme de Strickland, llegué con la lengua fuera a la sala 2 del Príncipe para ver una película de Nuevos Directores de la que contaba de muy buenas referencias de los compañeros que la vieron el día anterior: Jesus/Boku Wa Iesu-Sama Ga Kirai, del jovencísimo nipón Hiroshi Okuyama, que estuvo presente en la proyección para presentarla. El niño Yura tiene que adaptarse a una nevada población del Japón rural cuando su familia se mude aquí desde Tokio. Vivirán ahora con su abuela, y será inscrito no sólo en un nuevo colegio, sino en un colegio cristiano, siendo este el primer contacto de Yura con la religión y con Dios. Jesus, figura distante al principio, empezará a tener una presencia constante e inesperada en el día a día de Yura, que se anima cuando hace un buen amigo. Una película muy pequeña, tanto en producción como en metraje, pero tan grande por la dimensión de los sentimientos que despierta. Menos es más, y en este caso la película halla grandeza por la sencillez con la que afrenta su relato. Su enfoque es de una delicadeza y sensibilidad tan exquisita que sólo puede ser de una voz madura, sorprendente por la edad de Okuyama. Una carta de introducción portentosa de un cineasta que habrá que seguir de ahora en adelante, curtido en vídeos musicales. Que apuesta por una sorprendente solución visual para representar la presencia divina que nos coge por sorpresa y que no podemos evitar que nos divierta las primeras veces. Pero este humor no quita que tras un giro radical de la trama se torne muy dramática. Que capta en pantalla con autenticidad el drama de tanta gente que en sus sombras más oscuras se dirigen a Dios a por respuestas y él les da la espalda. Un filme elegante en su realización, con humor sutil que fluye por la simple composición de encuadres y la manera de combinarlos en montaje. Una película tan pequeña y extravagante en cierto aspecto visual que fácilmente no conectará con mucha gente que no encuentre tan poderoso su drama emocional. Un servidor, que duda cabe, salió de la sala fascinado. Una joyita.
- Título: Jesus/Boku Wa Iesu-Sama Ga Kirai
- Dirección: Hiroshi Okuyama
- Guión: Hiroshi Okuyama
- Actores: Yura Sato, Riki Okuma, Kenichi Akiyama, Mari Hatsumi, Yûko Kibiki
- Dirección de Fotografía: Hiroshi Okuyama
- Música de: Kôshi Kishita
- Estreno: Sin determinar
- Duración: 75 minutos
- Web Oficial: https://www.imdb.com/title/tt9018570/reference
- Nota: 7,7/10
Y a unas indecentes 22.45, en la misma sala, disfrutamos de la única película de Horizontes latinos del día: Ferrugem, ganadora del Cine en Construcción del año pasado (Sección de producciones que han tenido que parar sus rodajes por penurias económicas, en la que la ganadora recibe toda la financiación necesaria para acabar la producción, distribución internacional una vez acabada y una plaza en el Horizontes latinos o Nuevos Directores del año siguiente). Tati es una vivaz adolescente de la generación z, que vive pegada a un teléfono móvil desde el que intercambia vídeos y fotos constantemente, y que empieza a tontear con un chico. Su vida experimentará un giro de 180º cuando pierda su móvil y un vídeo explícito que grabó con su anterior novio se haga viral en internet. Un drama de argumento devastador, sobre los peligros de las redes sociales y los medios digitales y los peligros que puede acarrearle a los adolescentes un uso inmaduro de las mismas, al no poder controlar las vastas e impredecibles respuestas y consecuencias que sus manifestaciones y expresiones pueden acarrear. Desde este punto de vista, es un filme interesante, tal vez incluso recomendable a nivel didáctico. Su factura técnica es competente, en concreto su fotografía. Pero ahí acabarían las virtudes de una película que es la obviedad personificada. Plana y evidente, nos hallamos ante un guión digno de alumno principiante de Facultad de Audiovisuales, dónde todas las ideas y conceptos que se desean transmitir al espectador se dicen o explicitan directamente, con los términos más burdos, sin confiar lo más mínimos en la capacidad del lenguaje visual o de la interacción dramática de sus intérpretes para que su historia aflore a través de sus acciones y costumbres. Cine pobre, tontorrón, panfletario, carente de habilidades artísticas o comunicativas.
- Título: Ferrugem/Rust
- Dirección: Aly Muritiba
- Guión: Aly Muritiba
- Actores: Tifanny Dopke, Giovanni Di Lorenzi, Pedro Inoue, Enrique Diaz, Clarissa Kiste,
- Dirección de Fotografía: Rui Poças
- Música de: Sin determinar
- Estreno: Sin determinar
- Duración: 105 minutos
- Web Oficial: https://www.imdb.com/title/tt7467324/reference
- Nota: 5,2/10
Un día más compactado en su parte final pero que nos dio un leve reposo y sirvió de inmejorable postre a un fin de semana completo. Una jornada de revelaciones, diversión y ternura, que reivindicó la capacidad del cine para sorprendernos, algo cada vez más difícil en un mundo interconectado en el que sabemos siempre demasiadas cosas. Ya casi habíamos cumplido el ecuador, y aún quedaban algunos platos fuertes por descubrir. Bendita vida de festival.
Aquí os dejo lo que comentamos en el Podcast de La Concha de tu madre de ese día Jorge Fernández Mayoralas de Cineyséfeliz, Luis Suñer de Videodromo y un servidor.
Día 4: Sarmiento, Okuyama, Rico Clavellino, Bo y Serebrenikov